Meade y el montaje

01 enero, 2018

Vaya que la visita de José Antonio Meade a Tlaxcala dejó varias aristas para la militancia priísta, y para la propia sociedad. Lo cierto, es que su equipo de campaña tendrá el enorme reto de posicionarlo ante un discurso frío de aquel hombre que busca ser presidente.

Quizás cuente con el respaldo del presidente de la República, de la estructura gubernamental y del PRI, sin embargo, su staff en comunicación deberá trabajar arduamente para que su discurso convenza.

Empero, el tricolor no le apuesta al propio discurso de Meade sino a la movilización en el día de las elecciones porque sabe que ahí podrá refrendar su permanencia en el poder.

Sin embargo, llama la atención el por qué muchos campesinos que fueron al evento del precandidato presidencial optaron por salir en el momento en que Meade llegó y dio su discurso en el auditorio Joaquín Cisneros Molina, de la capital.

Varios reporteros fueron testigos de lo anterior y como siempre al PRI, lo que le sobran son acarreados. Los lugares fueron ocupados rápidamente para evitar que se vieran los lugares vacíos.

El discurso de José Antonio Meade, a varios de los presentes no convenció, y por ello, el ánimo de los priístas jamás se avivó como en el antaño.

También el desfile de los suspirantes a diversos cargos de elección popular fue protagónico y pronto veremos renuncias en el gabinete, así como del propio PRI.

Más tarde, Meade caminó por el centro de la capital tlaxcalteca, y testigos señalan que todo estuvo programado para que algunos ciudadanos estrecharan la mano del aspirante.

Ahora, si el centro histórico permaneció limpio ante el paso de Meade, ahora si la alcaldesa ordenó barrerlo para generar buen impacto para el hombre que busca llegar a “Los Pinos”, contrario a otros días donde la basura y el desorden abundan lamentablemente.

Fue así como José Antonio Meade llegó a Tlaxcala, y recibió el espaldarazo del gobernador Marco Mena, y de un sector del priísmo, pero quedará siempre la duda del por qué hombres y mujeres del campo, acompañados de niños decidieron abandonar ese salón en pleno discurso.