12 diciembre, 2017
En su intención de descentralizar el gobierno de la Ciudad de México hacia otras ciudades y regiones del país, Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que de ganar las elecciones presidenciales, la Secretaría de Cultura se trasladaría a la ciudad de Tlaxcala. No están claras las razones por las que el líder del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, eligió la capital tlaxcalteca que, a diferencia de su vecina, Puebla, no es precisamente dueña de una amplia infraestructura cultural. Al contrario: de acuerdo con el Atlas de Infraestructura Cultural de México 2010, en la entidad existen poco más de 100 bibliotecas, mientras que en la Ciudad de México son más de 650 y en Puebla 600; el número de casas de cultura no pasa de 25 y el de museos no llega a los 20; Tlaxcala cuenta con una fototeca y suma 31 monumentos artísticos —en contraste, la Ciudad de México tiene más de 11 mil—. Por otra parte, el portal México es Cultura, que recoge la programación cultural del país, reporta una agenda de actividades en no más de 50 recintos de esa entidad incluidos templos y explanadas. Y más allá del número de centros culturales, hay quienes se preguntan qué pasará con la burocracia cultural ¿se dejarán ver en Tlaxcala tan activos los sindicatos de la cultura como ahora en la Ciudad de México? El tiempo lo dirá.
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