Un soberbio Sergio Flores triunfa en “La México” ante la mirada de José Tomás

13 diciembre, 2017

Casi dos años después, José Tomás reapareció en la Monumental de México en un festejo a beneficio de las víctimas por los terribles terremotos en el país. Cortó una oreja, al igual que un José María Manzanares en artista, mientras que los toreros aztecas se llevaron más trofeos, con Joselito Adame y Sergio Flores a hombros. Pero eso no fue lo más significativo. Lo verdaderamente importante es que la Fiesta brava mexicana, los damnificados por los seísmos y nuestra tierra ganaron con la hermandad entre México y España en una corrida que, además de histórica, tuvo tintes de inolvidable por muchos detalles.

Desde el inicio de la corrida todo fue mágico. Esta vez el espectáculo en el ruedo no se limitó a lo taurino, sino que se conjuntaron con el toreo otras artes: la pintura y la música, que le dieron al ambiente un sello muy especial, que tuvo como rúbrica la entonación del Himno Nacional Mexicano en las voces de los alrededor de 40 mil espectadores que asistieron a la corrida en un día hábil y que se celebró en horario de oficinas. Luego ya la decoración de la barrera, pintada a cargo del mexicano Javier Marín y el Ave María cantada por el tenor también mexicano Fernando de la Mora, fueron un sello especial de un espectáculo especial en el Día de la Virgen de Guadalupe, cuya imagen se silueteó en el centro del ruedo con cal negra.

Las faenas fueron la cereza al pastel de un espectáculo que había iniciado emotivo. Y que tuvo un sello especial y que se hará por única vez: los toreros actuaron alternadamente sin importar su antigüedad, para hermanar ambas tauromaquias y que aquello no pareciera una confrontación México y España, España y México.

Estoica faena

Todo el mundo estaba pendiente del regreso de José Tomás, que volvía a vestirse de luces en este Monumental escenario y actuó en tercer lugar. Realizó una seria faena, con estoicidad, muletazos llenos de la personalidad del torero de Galapagar, que había ejecutado antes un escalofriante quite por gaoneras. Luego, algunos naturales y derechazos tuvieron miga, gracias a la bravura y clase, además de la fijeza de un gran toro de Jaral de Peñas. Pero falla al matar ty todo quedó en una oreja, con ligeras protestas por ese desacierto con el acero.

Abrió plaza Pablo Hermoso de Mendoza, quien poco pudo hacer con un toro de La Joya que terminó quedándose parado, ante el derroche de experiencia del navarro.

Joselito Adame se reconcilió con el público de la Plaza México, que había estado distante en sus anteriores actuaciones. Lo hizo con una faena voluntariosa por momentos y de buen trazo al final, rubricando con una estocada sin muleta que fue sorprendente para quienes no habían visto la de Madrid de este año. Todo ello valía la oreja que le concedieron; sin embargo ante la petición de algunos más, el juez cedió y concedió una segunda que vino a echarlo todo por la borda porque entonces el triunfo tuvo ya detractores.

Y después de la emocionante faena de José Tomás, que ya está contada, vino El Payo. El toro Fernando de la Mora fue devuelto a los corrales porque el trapío no correspondió al de los tres serios primeros. Con el sustituto de Jaral de Peñas, poco pudo hacer el queretano ante la mansedumbre del astado.

El Juli, sin suerte

Julián López «El Juli» se estrelló con un toro muy parecido en tipo a aquel «Trojano» que indultara en 2005, también de la ganadería de Montecristo. Pero este fue áspero y poco le permitió al madrileño que, pese a las insistencias de regalar un toro, esperará a venir al Aniversario de la Plaza México en febrero.

Soberbio…

Sergio Flores, quien el domingo pasado había triunfado, hizo una faena valiente y muy variada, a veces aparentemente con toreo rápido, a su toro de Villar del Águila, denominación de Xajay. Un toro bravo, emotivo, que gustó a los aficionados y al final recibió el arrastre lento, mientras Flores cortó las dos orejas.

Fuente: ABC. ES/ Foto: LUIS FELIPE HERNÁNDEZ

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