25 mayo, 2017
Resulta crítico que los aspirantes a ombudsman tlaxcalteca, tengan un bajo perfil y que su capacidad profesional la pongan en duda frente a sínodos expertos que contrató el Congreso Local, para elegir a quien presidirá la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Frente a diputados locales y a los propios sínodos, los suspirantes a ocupar tal cargo demostraron su ignorancia para saber cómo está estructurada la Constitución de Tlaxcala, y las leyes que derivan de ella, así como los principios básicos que rigen a los derechos humanos.
Pero eso sí, hubo varios de los aspirantes presumieron ser «doctores» o «maestros» en la rama del derecho, pero quedó en evidencia que ninguno mostró una verdadera sapiencia para ser el próximo ombudsman a pesar de que varios de ellos han sido visitadores y hasta miembros del Consejo Consultivo de la CEDH.
Quizás la palabra ignorancia, sea ofensiva para ellos, empero, es necesario decir que los once aspirantes mostraron una crisis de conocimientos en cuanto a derechos humanos y aspectos de legales se refiere.
Está claro que Pedro Emmanuel Ortega Espinosa, Víctor Manuel Cid del Prado Pineda, Edgar González Romano, Francisco Javier Santillan Cuahutle, Armando Pérez Saucedo, Salvador Amador González, Julio Raúl García Ruiz, Alma Carina Cuevas Fernández, Florencio Licona Pérez, Cristal Corona Sánchez y Juan Carlos Cruz Jiménez, no son aptos para ocupar tal responsabilidad.
Es más, la esposa de unos de los aspirantes -le dijo en una llamada vía celular- que debería aceptar que no le fue bien porque en la parte la técnica de la rama del derecho estuvo mal, que no fue capaz de responder lo que el sínodo preguntó acerca del tema en comento.
Hubo quienes de plano no supieron cuántos artículos tiene la propia Constitución Local, y solo se dedicaron a «cantinflear», aspecto que los sínodos como el doctor en Derecho por la Universidad de Navarra, España, Juan Pablo Salazar Andreu y el maestro en derecho Económico por la Universidad de Puebla, Fernando Méndez Sánchez, cuestionaron.
Frente a algunos diputados locales, los mismos aspirantes ignoraron diversos aspectos legales y confundieron lo que es una Controversia Constitucional y una Acción de Inconstitucionalidad; es más, hubo otro que se atrevió a decir solamente que los derechos humanos son un «conjunto de prerrogativas».
Y cuando uno de los sínodos le preguntó ¿qué era un conjunto de prerrogativas?… el aspirante le espetó, «un conjunto de derechos humanos». Las miradas de los propios expertos en la rama de los derechos humanos y del derecho quedaron pasmadas.
Lo más agrio del caso, es que uno de ellos será elegido ombudsman, lo que hoy nos hace recordar lo que los sínodos que contrató la anterior Legislatura Local, llegaron a decir que ninguno de los aspirantes era apto para ocupar dicha responsabilidad.
Empero, se vislumbra que el poder del dedo de los diputados locales vendrá a elegir a uno de los once, y donde quedará claro que los arreglos políticos estarán por arriba de lo que necesita la CEDH, un verdadero profesional. En tono de broma, uno que otro periodista comenzó a corear: «¡Qué regrese el chaparrito Mixcoatl!»…
* Escribe JAVIER CONDE
© 2024 ÍNDICEMEDIA
