El presidente Peña y los periodistas

18 mayo, 2017

El anuncio que hizo el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, sobre fortalecer los mecanismos de protección para periodistas en México, no tiene nada de nuevo puesto que la Ley de Protección a Defensores y Periodistas lo prevé.

Sin embargo, un amplio número de trabajadores de los medios de comunicación social en el
país, no sabe cuáles son sus derechos plasmados en la Carta Magna y en la norma en comento.

Frente a gobernadores del país, el mandatario federal externó que su administración pondrá en marcha las siguientes medidas: Primero, se fortalecerá la estructura y el presupuesto asignado al mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas.

Y detalló que actualmente hay que 538 personas que están bajo la protección de este mecanismo; de ellas 342 son personas defensoras de derechos humanos y 196 son periodistas.

No obstante, queda la duda si el mecanismo creado hace más de seis años, en realidad da seguimiento a los casos que ahí se denuncian porque para el mismo deben existir verdaderas razones -violencia física o muertes- para darle seguimiento a casos.

La segunda medida que anunció el mandatario federal, es que se establecerá un esquema nacional de coordinación con las entidades federativas y un protocolo de operación. «Su objetivo será coordinar las acciones para hacer frente y reducir las situaciones de riesgo contra periodistas y defensores de derechos humanos».

Y el presidente sostuvo que su instrumentación estará a cargo del mecanismo federal, cuya Junta de Gobierno incluye, como aquí se ha señalado, a representantes de la sociedad civil, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y del Gobierno de la República.

De lo anterior, uno se pregunta si realmente al gobierno de Tlaxcala, le interesa adoptar esta medida, ya que por lo menos 25 denuncias penales presentadas por reporteros y foto reporteros en los últimos 15 años, han quedado empolvadas en los anaqueles de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y cuyos culpables siguen gozando de la impunidad.

En su tercera medida, Peña Nieto expresó que fortalecerá su gobierno la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión, a través de las siguientes medidas: «Habrá más personal y mejor capacitación a Ministerios Públicos, policías y peritos». De esto surge otra pregunta, ¿en verdad ha servido dicha fiscalía?…

Y es que en casos denunciados por periodistas sencillamente no ha habido respuesta y solo dejan sus empleados muchas dudas en la aplicación de la ley.

Otro aspecto, que expuso es el apoyo a las entidades en la creación de unidades o Ministerios Públicos especializados en materia de libertad de expresión dentro de sus fiscalías y procuradurías, los cuales serán clave para cerrar el paso a la impunidad.

¿Acaso buscan generar más burocracia y menos efectividad en las denuncias penales presentadas por periodistas?… ¿Los agresores -en su mayoría políticos- serán cobijados con el fantasma de la impunidad?…

Por ello, el gobernador del estado, Marco Antonio Mena Rodríguez, tiene el reto de hacer las cosas distintas, ya que los anteriores mandatarios a través de sus procuradores, sencillamente, ignoraron o cobijaron a cobardes que amenazaron o golpearon a periodistas en Tlaxcala, solo por cumplir con su labor.

El acto de este miércoles, sólo fue mediático por parte del presidente de la República al cual los mandatarios estatales y el jefe de gobierno capitalino le hicieron el caldo gordo.

Lo cierto, es que la Ley de Protección a Defensores de Derechos Humanos y de Periodistas, es un gran avance para el país, pero lamentablemente hay 105 homicidios de 2002 a la fecha y un cúmulo de agresiones de diversa índole.

Por ello, es importante que las autoridades la cumplan, y los legisladores la perfeccionen para que haya un verdadero respeto a la libertad de prensa y de expresión en México, y es que lamentablemente, la misma se cumple a medias; por la otra, el gobierno aprovecha la ignorancia de muchos comunicadores quienes -insistimos- no saben cuáles son sus derechos para que las agresiones queden en el olvido.

No debemos olvidar, el momento incomodo que hicieron pasar algunos reporteros de la fuente presidencial al Jefe del Ejecutivo, al gritar ¡Justicia! ¡Justicia!… Ahí, precisamente, Peña se comprometió a aplicar esa palabra tan lejana de cumplir y de alcanzar en México.

* Escribe JAVIER CONDE

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