21 abril, 2017
Es la primera ocasión que coincido con un pronunciamiento del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien señaló que la ley y la democracia no deben estar sujetos a líderes «caprichosos» que solo buscan el encono y herir a México.
Seguramente, se refirió a diversos actores políticos que buscan la presidencia de la República, en las elecciones más complejas quizás de la historia moderna del país, por su alta delicadeza social y electoral.
Sin embargo, dentro de la clase política pulquera en Tlaxcala, hay actores que buscan los medios de comunicación y las redes para saciar su más íntimo protagonismo que no contribuye a fortalecer la incipiente democracia, que camina desde hace dos décadas entre más oscuros que claros.
Por ejemplo, vemos líderes de partidos y representantes populares que intentan ser protagonistas, y ser formadores de opinión frente a los hechos negativos que ocurren en el estado, sin que propongan con bases sólidas argumentos para que sean tomados en cuenta por la autoridad competente.
Tanto el responsable de la política interna del país, como el propio mandatario estatal, Marco Antonio Mena Rodríguez, han sido reiterativos en sus discursos, al decir que han comenzado tiempos difíciles para la política y la democracia en México y Tlaxcala, empero, también se les ha olvidado que la democracia no depende de pactos o declaraciones sino de hechos.
Por ejemplo, en el Congreso del Estado, la mayoría de los diputados locales, se mandan solos; es decir, no hay una corresponsabilidad con sus propias dirigencias. Mientras que la mayoría de los líderes de partidos políticos han dejado de proponer iniciativas y acciones que le sirvan al pueblo.
Es lamentable, que varios de esos líderes políticos ahora se conviertan en «formadores de opinión», cuando en su capacidad política no sabe ni lo que es un «Parlamento Abierto», que para mi es la esencia de ser más transparentes y eficaces para ser dignos representantes de un pueblo.
Hoy vemos, como plumas de medios de comunicación a dirigentes de partidos que solo buscan espacios para la diatriba, la denostación, pero como dice el dicho «no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre».
Por ello, las palabras de Osorio Chong, encajan y ojalá su mensaje ponga a reflexionar a esos «caprichosos» de doble moral, y no lo dice quien escribe estas letras, sino su propios compañeros de partido. Ver y leer para creer, nos leemos en una semana.
* Escribe JAVIER CONDE
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