26 abril, 2017
Conforme se acerca el proceso electoral de 2018, diversos actores políticos buscan los reflectores con el ánimo de generar encono embute la población, lo cual no abona en nada para generar tranquilidad en el estado.
Esos mismos actores como Blanca Águila Lima, son de esos políticos, precisamente, no abonan en nada para generar certeza en medio de un clima que parece ser nebuloso, en este momento, donde se requieren ideas y no declaraciones facinerosas.
Mandada seguramente por alguien de más arriba, la mujer de Zacatelco despotricó contra Andrés Manuel López Obrador, y de los excesos de una candidata en el Estado de México, a la que le ganó la canija tentación. Nuevamente, los billetes son la escena qué desnuda la realidad de la política mexicana. Morena tendrá que dar una explicación, aunque la duda quedará sembrada.
No obstante, Blanca Águila es corta de memoria o bien raya en el cinismo, pues basta recordarle todos los escándalos en los que estuvo involucrada cuando fue alcaldesa de ese municipio sureño, y que hasta el momento quedan dudan de su comportamiento.
Para muchos, claro estuvo que desde las esferas del poder ayudaron a la ahora líder de los trabajadores sindicalizados del sector salud, empero, Mariano González Zarur, la terminó por criticar al salirse del «huacal», en su última movilización realizada en la recta final del sexenio pasado.
Ahora, se dicen en los corrillos del PRI, que la fémina busca ser candidata a diputada federal, empero, debe recordar que fracasó -en su momento- cuando quiso ser legisladora local. Blanca Águila, se da golpes de pecho, sobre una moralidad que para muchos está en duda. Hay que recordarle a Blanquita que no es bueno «escupir para arriba» como dicen por ahí.
– ¿Bajo dichas circunstancias alguien la llevó a la dirigencia estatal del PRI?… México Mágico, eso nada más pasa aquí.
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