20 febrero, 2017
Está claro que el PRD en Tlaxcala está en un claro riesgo de resquebrajarse de cara a las elecciones federales de 2018, por lo que el mismo partido carecen de cuadros políticos sólidos para poder afianzarse en lo electoral.
Y es que sus tribus cuyos integrantes parecen caníbales se han devorado los cimientos que algún día incitaron lo que en 1998, ganaron en las urnas y que llevaran a Alfonso Sánchez Anaya al poder. Su hambruna política ha podido más que crear cuadros que en realidad sean funcionales para la población.
Por ello, los primeros tintes de una gran desbandada están por darse, y está claro que Andrés Manuel López Obrador, quien recientemente visitó la entidad podría ser el que capitalice la debilidad del sol azteca.
Además, los mismos perredistas tienen a un líder que ha sido más cuestionado desde su llegada como lo es Juan Manuel Cambrón quien sólo se ha dedicado -dicen por ahí- a saciar sus instintos más dudosos que haber fortalecido al PRD, en las pasadas elecciones estatales.
El riesgo de que más cuadros del sol azteca abandonen la lista de afilados es latente, y realmente los que se queden para dar una batalla electoral en las elecciones de 2018, no tienen la envergadura para hacer frente al PRI, PAN o Morena.
Por ello, los perredistas que han abandonado recientemente al PRD, están dispuestos a sumarse a López Obrador o bien a otro instituto político para seguir en la palestra política, pero está claro deberán capitalizarse.
En términos generales, la senadora Lorena Cuéllar quien el fin de semana señaló que apoyará abiertamente a López Obrador sin irse del PRD, le hará la vida imposible a Cambrón Soria por aquello de la traición que sufrió en las elecciones de 2016.
Así de sencillo, los perredistas tienen su lanza -cómo caníbal- preparada para desbaratarse en los próximos meses, pero el hecho es que el sol azteca está en pleno debacle.
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