31 enero, 2017
Hasta el momento la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), no ha definido una postura frente a los reclamos que ha hecho el Sindicato de Trabajadores de Intendencia de la máxima casa de estudios, por lo que se comienza a especular que fue un «teatro montado» por quienes han mantenido el control de esta institución por años.
El fin de semana, en todas las facultades de esta universidad aparecieron cartulinas con señales de protesta, por lo que en rectoría se mantuvieron con un silencio sepulcral frente a las protestas. Una situación pocas veces vista dentro de esta institución donde el control de personal y de alumnos es total.
Dentro de las muchas especulaciones se llegó a creer es que tal manifestación fue parte de una estrategia mediática para criticar al gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez, quien asegura que será el mandatario de la educación.
Por ello, llama la atención que su rector Rubén Reyes Córdoba quede mudo, y solamente se dedique a aparecer en eventos académicos y sociales de la misma UAT.
Queremos pensar que el movimiento de inconformes tiene un origen real y que son causas justas las que se demandan, de no ser así las autoridades universitarias no estarían abonando en algo positivo frente al escenario nacional.
Ojalá, la misma universidad de Tlaxcala asumiera una postura como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al publicar un desplegado en el cual fijan -este lunes- una postura nacionalista frente a los embates del presidente estadounidense, Donald Trump.
Es importante decir que la UAT, es una institución sólida, pero debería ser congruente con sus dichos y hechos, por lo que la población desea observar qué solución les dará a las demandas de sus trabajadores públicamente, de no ser así todo quedará en una mera especulación.
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