27 noviembre, 2016
Este fin de semana llegaron al albergue de la “Sagrada Familia” en Apizaco Tlaxcala, un total de 38 mujeres que integran la Xl Caravana de Madres Migrantes de Desaparecidos Centroamericanas, quienes recorren el país, en busca de sus hijos y familiares desaparecidos.
Las mujeres provenientes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México, ingresaron a este inmueble, con el objeto de celebrar un acto cívico, a fin de exigirle a las autoridades judiciales en el ámbito estatal y federal, que localicen a sus familiares desaparecidos.
Cabe señalar que dicha travesía dio inicio el pasado hace más de una semana cuando ingresaron a tierras aztecas por el punto fronterizo del “Ceido” en en la zona limítrofe entre Tabasco y Guatemala, a fin de recorrer nuestro país como se tiene proyectado hasta el trece de diciembre.
Después de realizar una marcha la cual fue acompañada de cánticos de tipo religioso; la caravana se instaló en el albergue para migrantes ubicado en la Colonia Ferrocarrilera (COLFER), donde pudieron descansar e ingerir alimentos.
Antes, en su intervención Martha Sánchez Soler, representante del Movimiento Migrantes Mesoamericano indicó que los viajantes, tienen muchos enemigos en tránsito “en este lugar en particular (Tlaxcala), el principal enemigo se ha convertido la compañía ferroviaria Ferrosur”.
Dijo que mandó a instalar esos postes que han sido motivo de accidentes y muertes para los migrantes, en años y meses anteriores, aunado a que los guardias de la compañía que están “atracando y disparando contra ellos… los hechos han sucedido recientemente y todo ha quedado en la impunidad”.
“Hay gente encapuchada, que pertenecen a la compañía de Ferrosur” y que pese a los llamados y señalamientos públicos a la compañía no se han logrado quitar los postes culpables de tantos accidentes, porque el gobierno realizó la concesión de esos espacios, remató
Es más, la activista lamentó esta situación, pero además calificó y consideró a Tlaxcala como una zona “violenta” para los migrantes, ya desde Grajales, Puebla y hasta Xaloztoc, Tlaxcala, ha habido “matanzas, la zona ya es muy peligrosa, aquí llegan los migrantes, y las autoridades no hacen nada al respecto”.
En tanto, Elías Dávila Espinoza, representante de la Pastoral del Migrante de la Diócesis de Tlaxcala y en nombre de la organización civil “Un Mundo una Nación”, argumentó que es necesario que la procuradurías General de la República y de Justicia del Estado, investiguen lo que ocurre en dicho tamo ferroviario.