Mucho ruido y pocas nueces

02 junio, 2016

A la media noche inició la veda electoral y consigo las campañas proselitistas, las cuales dejaron poco que desear por parte de la mayoría de quienes contendieron para buscar diversos cargos de la elección popular donde está claro que fueron más propuestas sin fundamento, lejanas de lo que realmente necesita Tlaxcala.

Quien diga que planteó propuestas serias, basadas en análisis de datos duros y de lo que en verdad en caso de llegar al poder y a ocupar diversos cargos de elección popular miente porque muchos de ellos desconocen realmente las necesidades del estado más pequeño del país.

A lo largo de dos meses los ciudadanos observamos basura electoral, la cual sirvió para tapizar las calles y carreteras de la entidad, donde fue evidente el derroche de dinero de los tres principales partidos, y que ahora utilizarán su magia para no ser sancionados dentro de la fiscalización de recursos.

Lo que sí no tendrá veda y límite será la guerra sucia que seguirá mediante el panfleteo y en las redes sociales, con el afán de influir en el electorado y en la toma de decisiones. Lo peor del caso es que varios o muchos ciudadanos llegan presionados para ir a votar, mientras que otros están dispuestos a prostituir su voto a cambio de una dádiva. 

Partido que no recurra a dicha práctica ejercida desde el mismo ejercicio del poder que aviente la primera piedra. El domingo llega la toma de decisiones y ojalá sea un voto razonado y que la ciudadanía vote por su mejor opción y que no olviden que todos alimentamos la democracia que hasta el momento es muy insípida en Tlaxcala. 

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