Segundo debate: El lodazal 

11 mayo, 2016

A pocos días de que se realice el segundo debate hay gran expectación para observar el comportamiento de los siete candidatos a la gubernatura de Tlaxcala, y no por lo que puedan plantear frente al electorado sino por el morbo que habrá para el ataque y contra ataque de los participantes.

Desde los cuartos de guerra de los principales abanderados se orquestan acciones para golpetear a sus respectivos rivales de contienda, pero está claro que en el primer ejercicio -que fue calificado como una exposición de motivos- no resultó la estrategia para mellar su propósito de gobernar Tlaxcala. La suciedad electoral no ha rendido los frutos que esperaba y ahora son los propios abanderados los que desatarán una guerra sin cuartel para el próximo domingo. La clave -para ellos- no está en quién gane con propuestas sino quien aviente más lodazal y planteamientos que son más de lo mismo.

Aquí lo interesante sería observar quién de los siete basa sus argumentos en acciones sólidas que le sirvan a la sociedad para una mejor toma de decisiones. Hasta ahora no hay propuestas reales sino solamente argumentos carentes de sentido.

Lo importante es que los siete manifiesten qué harán para que Tlaxcala avance en todos los sentidos, pero también es determinante que digan cómo lo harán. 

Así es que nos enfilamos para observar un debate que irá con la mira de proyectar a quien hable más bonito, haciendo ademanes de seguridad, pero que en el terreno de las verdades no dirán nada positivo. 

Sin duda, la seguridad con que se salga a un escenario es básico pero lo más importante es que la denostación provoca más encono en la sociedad, y creo que Tlaxcala no está para eso. Las palabras de moda, las indirectas solamente dejan morbo, ojalá y veamos a siete candidatos en verdad debatiendo.

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