25 mayo, 2016
Una de las virtudes más apreciadas en el ser humano es la humildad, principalmente la que implica reconocer los propios errores y enmendarlos.
En muchos casos no adoptar este valor puede convertirse en un lastre que tenga un peso determinante en la vida.
Dentro de la política, sin embargo, es algo que difícilmente se practica porque en muchas ocasiones se confunde con debilidad pasividad.
La humildad es un valor que puede cambiar el rumbo de una elección, particularmente en el caso Huamantla.
A catorce días del fin de una jornada electoral, Jorge Sánchez Jasso, del Partido Revolucionario Institucional hizo lo que pocos esperaban.
El aspirante priísta se reunió con integrantes de su partido que no habían estado presentes en su andar en busca de la alcaldía.
La medida puede resolver la elección que, al igual que a nivel estatal, está entre tres aspirantes: Alfonso Sánchez Manzanilla (del PRD), Jesús Lohr Loernzo (del PAC) y Jorge Sánchez Jasso (del PRI).
Aún es temprano para determinar si la medida tendrá algún efecto. Pero el hecho, puede convertirse en ejemplo para los candidatos a gobernador.
Quien tenga aspiraciones de ganar la contienda tendrá que revisar si ya curó heridas internas en su partido y consolidó la unidad de sus correligionarios.
Pero se necesita de la suficiente humildad como para reconocer los propios errores. Y esa humildad puede convertirse en una verdadera fortaleza.
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