Opinión: Calidad/ Índex Feu/ Escribe Edgar R. Conde Carmona

11 febrero, 2016

Menudo problema se atrajo la senadora Adriana Dávila Fernández al declarar que el PAN no es responsable de la calidad humana de sus candidatos.

A propósito del “chaqueteo” político que le endilgó a ese instituto el presidente municipal de Apizaco, Jorge Luis Vázquez, la precandidata al gobierno de Tlaxcala por el PAN se inmoló.

Porque en su dicho, la legisladora federal pudo haber descalificado al alcalde apizaquense… pero al mismo tiempo se incluyó, pues ella misma, aspira a un cargo de elección popular.

Ergo: aspira a una candidatura.

Y si, en efecto, el PAN tiene desaseo en el control de la calidad humana de sus candidatos, va en contra los principios que le dan origen como partido político.

Incluso, el dicho de la senadora pone el dedo en la llaga del partido, cuando una diputada local de Sinaloa fue relacionada con el crimen organizado.

Sin duda, el equipo de la senadora luce endeble en el área de comunicación al no establecer, junto con la legisladora, una estrategia de control de daños.

Los efectos que se desprendan de esta postura pueden marcar definitivamente las intenciones de Dávila Fernández de hacerse de la gubernatura estatal.

Existe poca o nula asesoría en esta área sensible en cualquier equipo de campaña política.

Y en lo sucesivo, la propia senadora deberá cuidar cada una de sus declaraciones para evitar caer en juegos de palabras que mermen sus aspiraciones.

Incluso, el propio partido está urgido de tomar las medidas necesarias, como la inmediata expulsión de Jorge Luis Vázquez, para minimizar el impacto de las declaraciones.

Urge, pues, demostrar la calidad humana de un partido que siempre se ha caracterizado por su filosofía centrada en el ser humano.

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