01 diciembre, 2015
Desde la REDACCIÓN
La reforma electoral que ampliaba el periodo de cuatro años y ocho meses los nombramientos de los alcaldes y diputados locales que serán electos en 2016 fue rechazada por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y sólo respetaron la reducción de cuatro y ocho meses en la del Ejecutivo.
Aunque claro la SCJN ordenó al Congreso Local homologar, al menos una elección, por lo que los legisladores locales deben decidir si homologarán la elección para ayuntamientos o diputaciones para la próxima administración pública.
Con ello, se especula si los legisladores salvarán el periodo de cuatro y ocho meses en la elección de alcaldes, pues 22 de 32 de los diputados buscan ser presidentes municipales, por lo que buscarán enquistarse durante este tiempo en sus respectivas comunas.
Todo indica que el periodo de los diputados locales será la elección que deba homologarse para las elecciones federales de 2018, por lo que la larga lista de suspirantes a alcaldes o diputados locales estará inquieta de saber qué ocurrirá en el Poder Legislativo en los próximos tres días.
Lo cierto, es que la ambición y la hambruna les ganará a quienes ocupan un escaño porque observan que en cuatro años y año meses estarán ejerciendo el poder en sus lugares de origen y así recuperar lo que invirtieron para sus respectivas campañas.
Además, la determinación de la propia Corte es un golpe mediático para los «flamantes» diputados porque sencillamente mostraran su canibalismo político para avalar que la elección de alcaldes sea de cuatro años y ocho meses.
No obstante, la visita del pasado domingo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, influyó para que la elección de gobernador no se tocara, en este mismo sentido, mucho menos en la reducción de 32 a 25 escaños.
De haberse concretado esta reforma hubiera quedado mal parado el gobernador Mariano González Zarur, quien ahora se dedica a caminar en el zócalo capitalino para ganar adeptos y popularidad entre la ciudadanía, en un año donde prácticamente será atacado mediáticamente pero también ignorado en muchas cosas.
Sin embargo, quedó claro que el Ejecutivo operó políticamente con los ministros para evitar que la reforma «frankenstein» fuera afectada y así quedar mal parado con su presidente Enrique Peña Nieto.
Una más…
A muchos les sorprendió que Peña Nieto propusiera a Linda Marina Munive Temoltzin como Cónsul de México en Río de Janeiro, Brasil, sin embargo, es la mano de la Embajadora Beatriz Paredes Rangel, que es su gran cuata.
Aquí lo interesante es por qué a Enrique Padilla le dieran una patada al sacarlo del gobierno federal porque le faltaron los tamaños para entregar buenas cuentas al frente de la delegación estatal de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Las encrucijadas son muchas entre Peña Nieto, Mariano González y Beatriz Paredes. Sólo falta premiar a Guadalupe Sánchez Santiago. Ahí se verá en los próximos días.
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