27 noviembre, 2015
Sin tapujos, el Colectivo Mujer y Utopía, desnuda una realidad cruda para Tlaxcala: las mujeres de esta entidad viven violencia.
Y para desgracia de todas las mujeres, esa violencia es parte de un sistema estructural: etnia, edad, clase social, preferencias sexuales y otros factores.
Por eso, tal y como se planteó ayer en este mismo espacio:
“Urge que, en el fortalecimiento de este problema, el Legislativo analice y apruebe, en su caso, la iniciativa que, desde mayo pasado, duerme el sueño de los justos.
“Tal y como lo dio a conocer la diputada Sinaí del Rocío Parra Fernández, las comisiones encargadas de su análisis, no han dado resultado”.
Ahora, Rosario Adriana Mendieta Herrera, coordinadora de la agrupación insiste en que las autoridades en sus tres órdenes de gobierno deben combatir este flagelo.
Hace unos días constatamos que el Ejecutivo realiza acciones para combatir este cáncer; ayer mismo se comentó aquí el tortuguismo que desde el Congreso de Tlaxcala se vive.
Alarma que esta agrupación asegure que hace siete años en Tlaxcala la violencia hacia la mujer “no era problema público”.
Esto refuerza lo dicho en este espacio el día de ayer:
“El retraso, responsabilidad de los diputados que integran esas comisiones, detiene o limita las acciones que puedan llevar a cabo las instancias de procuración de justicia.
“Resulta incongruente, pues, que en contraposición los integrantes de la Cámara de Diputados tengan más prisa en aprobar otros documentos menos relevantes que este.
“De poco o nada servirá que la Procuraduría General de Justicia del Estado realice operativos de lucha contra este cáncer social, si la legislación en la materia es deficiente, escasa u obsoleta”.
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