25 noviembre, 2015
De no ponerse de acuerdo, PAN y PRD pueden quedar fuera de la jugada rumbo a la gubernatura de Tlaxcala.
En el PAN, su líder estatal deja entrever su “rotunda” oposición a una potencial alianza entre ambos institutos políticos.
Acción Nacional se opone mediante un argumento sencillo:
“Tlaxcala vale lo mismo que cualquier otro estado de la República, y por lo tanto ni se vende ni se cambia”.
En términos llanos, la dirigencia estatal albiazul va a contrapelo de las disposiciones adoptadas por el CEN panista. Rebeldía, pues.
Y por lo que se ve, esa rebeldía tiene un origen desde la ciudad rielera: la senadora Adriana Dávila Fernández, quien al parecer sería sacrificada en caso de una alianza PAN-PRD.
En el otro extremo, la Senadora Lorena Cuéllar Cisneros, impulsa “la integración de un Gran Pacto Social”, que esté dominado por la inclusión de todas las corrientes políticas.
Para la perredista, lo importante es la concreción de un Frente Amplio Opositor, impulsado por la ciudadanía que permita el hartazgo ciudadano hacia la praxis política.
Con dos visiones contradictorias, el único efecto que se logrará será el debilitamiento tanto del PAN como del PRD, que demuestran que son incapaces de ponerse de acuerdo.
El único que ganará con esta guerra, será el partido en el poder, que concretará la unidad de su voto duro.
© 2024 ÍNDICEMEDIA
