Opinión: Ausentismo/ Índex Feu/ Escribe Edgar R. Conde

15 noviembre, 2015

Nada justifica que un servidor público, considerado “representante popular”, anteponga los intereses de su partido o personales a los intereses de sus “representados”.

Es el caso del diputado local, por el extinto Partido del Trabajo, Silvano Garay Ulloa quien en las últimas sesiones ha acumulado 40 permisos de ausencia.

Tras considerar el propio Garay Ulloa que “no creo que sea tan riguroso el tema”, bien valdría que dicho servidor público explique su falta de compromiso con la sociedad.

Claro, para dicho personaje, lo más importante en este momento “es el registro del partido, pues primero el maíz y luego la tortilla”.

Queda pendiente, sin embargo, que la propia Mesa Directiva del Congreso Local asuma un papel activo en este tema delicado.

Porque si bien el diputado incurre en falta al devengar una dieta que no desquita, corresponde al órgano de gobierno de ese Poder sancionar una actitud irresponsable.

En más de una ocasión se ha evidenciado que al interior del Congreso las normas no se respetan, y menos se acatan.

Está el caso del diputado aquel que hace poco dijo: “no es la primera vez que se tuerce la ley” en el Congreso de Tlaxcala.

Lástima que no se haya legislado, todavía, para desaforar a quienes, teniendo un puesto de elección, no cumplan con sus obligaciones.

Y difícilmente se legislará, porque en esa dinámica está implicado más de un legislador.

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