Opinión: Acotamiento / Índex Feu / Escribe Edgar R. Conde

09 octubre, 2015

Sin duda alguna, la decisión de acotar el voto de los presidentes de comunidad en las sesiones de cabildo de los municipios tlaxcaltecas, fue una decisión más que acertada.

El hecho de que los representantes de las comunidades que integran un municipio contaran con voz y voto, al interior de las sesiones de cabildo, era una desventaja a la hora de gobernar.
Particularmente en caso como en los municipios de Huamantla y Tlaxco, donde más de una treintena de presidentes de comunidad, además de regidores, síndico y alcalde, no podían ponerse de acuerdo.

En una especie de “mini parlamento”, la inequidad se hizo patente con los presidentes de comunidad, quienes se convirtieron en “juez y parte” en la toma de decisiones.

A diferencia del resto de las figuras de una alcaldía, determinaban los montos de operación para sus comunidades… y además ejecutaban su presupuesto de manera directa.

Dicho esquema representaba un severo riesgo para todos los municipios que, al crecer necesitarían más espacios en el Ayuntamiento…pues todas las comunidades requieren representación en dicho cuerpo colegiado.

Muchos presidentes de comunidad entendieron la importancia de su papel y jugaron al chantaje político en detrimento de todo un municipio.
Falta ahora que el Congreso de Tlaxcala adecue los ordenamientos relativos a este tema, para que su puesta en marcha sea tersa y eficaz.

Comentarios