Exige Diócesis de Tlaxcala cero impunidad para agresores de indocumentados

08 octubre, 2015

Tras calificar como cobarde el ataque a dos migrantes entre los municipios de Tocatlán y Xaloztoc, Elías Davila Espinoza, agregado de la Pastoral de Migrantes de la Diócesis de Tlaxcala, exigió a las autoridades que el caso no quede impune y mucho menos que se archive.

Señaló que la violencia a indocumentados no se había registrado en Tlaxcala, por lo que pidió a las autoridades competentes que el caso «se esclarezca por el origen y los motivos, es necesario que se den con los culpables de este caso».

Al cuestionarle que si había otros migrantes que observaron la agresión indicó «efectivamente, era un vehículo oficial, los que dispararon eran policías… ellos -migrantes- no saben distinguir si son estatales, municipales».

Derivado de lo anterior, añadió le provocó la muerte instantánea a uno de ellos y lesiones graves a otro viajero que fue remitido al Hospital Regional «Emilio Sánchez Piedras» de Tzompantepec, quien se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos para Adultos (UCIA) y es reportado como grave.

«Apenas hablé con su mamá -hospitalizado- para informarle que su hijo está muy grave, ellos -migrantes-no sabían de que se trataba, no fue robo ni nada, simplemente del suelo ellos (perpetradores) precisamente los agreden», refirió.

De paso, reprobó fuertemente lo ocurrido Dávila Espinosa a nombre de la pastoral que encabeza y de la Casa del Migrante; exigió que se investigue y se castigue a los culpables, tratése de quién se trate, incluido el personal de cualquier empresa.

Luego el responsable del refugio para indocumentados «La Sagrada Familia» que tiene su sede en la ciudad rielera, afirmó que el procedimiento de rigor que se debe seguir ante el consulado, para la repatriación de los restos del migrante abatido, ya muestra cierto avance.

Del mismo modo, confirmó que los acompañantes de los hoy agraviados se encuentran en ese albergue donde se les brinda apoyo y no en las instalaciones del Instituo Nacional de Migración (INM), como debería ser, argumentando que el temor a ser deportados convierte a ese refugio en su garantía de seguridad.

Los que dijo están espantados y traumatizados -de forma fuerte y terrible- por lo ocurrido la tarde del pasado lunes, los que a pesar de la experiencia que han vivido no cejan en el empeño de continuar su camino y llegar al vecino país del norte.

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