05 octubre, 2015
Desde la REDACCIÓN
Así de escabroso fue el silencio que guardó el secretario de gobierno, Ernesto Ordóñez Carrera frente a la crisis legal, fiscal, económica y financiera que atraviesa el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) que en términos generales sufre de certeza jurídica.
Es inaudito que el responsable de la política interna no sea capaz de hablar de la problemática que enfrenta un organismo que nació «chueco» y que funciona con el fantasma del extinto y polémico Instituto Electoral de Tlaxcala (IET).
Ordóñez Carrera, no tuvo la capacidad política para responder a los reporteros que lo entrevistaron sobre lo que sucede en el ITE, y sólo se limitó a mantener cerrada la boca, cuando debió enviar un mensaje se certeza de cara a los comicios electorales de 2016, donde se renovará la gubernatura del estado.
Lo que está claro que tanto el Congreso del Estado como el Instituto Nacional de Elecciones (INE), se echan la bolita de lo que ocurre en el ITE, y no hay poder alguno que mande una señal de certeza. ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? ¿El Chapulín Colorado?…
Y como siempre Marcos Rodríguez del Castillo, evade hablar de temas álgidos y sólo se limita a decir un rosario político sin sentido social, con palabras rebuscadas para sentirse un falso redentor de la democracia.
El hecho es que estamos frente a un escenario complejo donde el PRI y PAN junto con sus aliados deberán pagar el costo político de una reforma electoral parchada y mañosa, mientras que el INE-Tlaxcala tendrá qué pensar qué efectos negativos tendrá una redistritación electoral hecha por demás al vapor.
En tanto que los consejeros electorales tendrán que rezarle al santo de su devoción para que alguien se apiade de ellos porque sin dinero, sin certeza jurídica seguramente le lloverán acciones legales y laborales.
Lo único que puede salvar es que el gobernador del estado, Mariano González Zarur ya regresó de su viaje de promoción industrial por Europa, y sea quien ponga orden, pues está claro que ha sido el principal legislador en Tlaxcala.
Y es que no deberá permitir que la imagen del estado, en el contexto nacional sea cuestionada en el ámbito político, por ello, deberá pensar qué hacer para darle certeza al trabajo del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), pero lo cuestionable es que su secretario de gobierno se mantenga callado frente a un hecho por demás crítico.
Finalmente, sería bueno que el «abogadazo» y presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Poder Legislativo, Ángelo Gutiérrez Hernández, debería tomar unos cursos intensivos de derecho para entender que sus reformas en materia electoral fueron hechas con los pies.
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