Opinión: Reventón/ Índex Feu/ Escribe Edgar R. Conde

02 agosto, 2015

Menuda fiesta se traen los diputados locales al interior del Congreso de Tlaxcala, principalmente los integrantes de los bloques PAN y PRI.
Con 15 votos en contra, los legisladores “reventaron” la elección del titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y violentan los tiempos constitucionales.

Con escaso respeto a la soberanía que representan, los legisladores decidieron “regresar a comisiones” la propuesta, para emitir un nuevo dictamen.

La fiesta no es más que la representación de una simulación mal montada, en la que una “partidocracia” juega a la Democracia, aún a cosa de los intereses y derechos ciudadanos.

En contraste, en medio de un juego perverso, PAN y PRI modificaron siete comisiones (Finanzas y Fiscalización –PAN–, Derechos Humanos –MC–, Fomento Agropecuario –PRI–) y 16 vocalías.

Los cambios, según el artículo 79 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo sólo prevé estos cambios cuando un diputado falte o por “causas graves”.
Como dicen Eréndira Jiménez, Salvador Méndez y Juan Calyecac: “se trata de un acto ilegal”. No hay un actuar transparente al interior del Poder Legislativo de Tlaxcala.

No es justo, ni ético, ni políticamente correcto el actuar de los diputados, pero tampoco podemos pedirles lo que no son capaces de dar.

Y, con absoluta soberbia, ni panistas ni priístas se dan cuenta de que sus actos se les revertirán en las próximas elecciones de 2016.

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