Opinión: Fuero/ Índex Feu/ Escribe Edgar R. Conde

28 agosto, 2015

Bajo riesgo de ser considerada una propuesta “populista”, el Partido de la Revolución Democrática promueve la eliminación del “fuero constitucional” para los servidores públicos.

El fuero, actualmente resulta un mecanismo obsoleto que coadyuva para el incremento en los índices de corrupción y opacidad.

Sobre todo, se convierte en una figura que acentúa las diferencias entre quienes lo poseen y quienes carecen de él.

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo uno, determina que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derecho”.

Incluso en el artículo dos, el mismo documento determina que esta igualdad no estará supeditada a “distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, Opinión política o cualquier otra índole”.

De igual forma, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo uno, reza: “[…] Todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos”.

Entonces, la existencia del fuero como figura jurídica contraviene al primer derecho que tenemos todos los seres humanos: la igualdad.

Mojica (2003), dice que la igualdad podría ser: “[…] ausencia de total discriminación entre los seres humanos, en lo que respecta a sus derechos”.

La misma autora en su obra “El Fuero Constitucional” explica que, entre otros significados, el fuero es “cada uno de los privilegios y exenciones que se conceden a una provincia, una ciudad o una persona”.

Para la especialista, el fuero se manifiesta de tres maneras:

a) Imposibilidad de proceder penalmente contra ciertos servidores públicos de alta jerarquía;

b) Irresponsabilidad jurídica de los legisladores en cuanto a consecuencias derivadas de la manifestación de sus opiniones en el desempeño de su cargo;

c) Enjuciamiento en caso de acusación penal al Presidente de la República.

Nuevamente, podemos ver que el fuero es un instrumento que ahonda las profundas diferencias entre los servidores públicos y el pueblo. Diferencias que tornan irreconciliables.

Por ello, es saludable que una propuesta como esta prospere, pues estaría generando una verdadera igualdad entre los mexicanos.

Esperamos que dicha propuesta “pase” en las cámaras,

Y es que habrá personas que no quieran perder sus privilegios.

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