Sucesión y sus protagonistas…

17 julio, 2015

Escribe JAVIER CONDE GUTIÉRREZ

La sucesión de Mariano González Zarur ha generado inquietud entre algunos actores políticos de la entidad y si piensan que salir en la fotografía, proponer una mega alianza, repartir trípticos, hacer declaraciones acaloradas les van a generar adeptos entre la ciudadanía, están totalmente equivocados.

Los actuales suspirantes a la primera magistratura deben tomar en cuenta que para amarrar la candidatura deben jugar en dos canchas distintas; la primera de ellas, se traduce en lo político y la segunda en lo financiero, por lo que en unos meses más veremos realmente quién tiene ambos puntos para ganar.

Es del dominio público que en el PRI, hay un personaje que enarbola un triunfo que no le costó el mínimo esfuerzo para concretar el mismo y se llama Marco Antonio Mena.

Tal priísta ha vociferado el triunfo del tricolor del pasado siete de junio, sin embargo, está equivocado, ya que su propia pasión le ganó al escribir su renuncia como dirigente del PRI, en su cuenta de Facebook y anunciar que buscará de nuevo la presidencia de su partido.

Por ello, en el interior del tricolor están sabedores que los resultados de la pasada contienda los obtuvo de forma contundente el mandatario estatal, toda vez que el coordinó los esfuerzos de este partido político para amarrar tres diputaciones federales. ¿Dentro del PRI alguien podría opinar lo contrario?…

Mena Rodríguez tiene la idea de que él ha obtenido resultados tangibles para el PRI, pero esto no es así porque la estructura paralela que operó desde el gobierno estatal fue la que movió las cosas para que Rosalinda Muñoz Sánchez, Anabel Alvarado Varela y Ricardo García Portilla ganaran.

Mariano González tiene un fuerte reto dentro del tricolor para trabajar en la recta final de su sexenio, pero deberá ser más audaz porque hay algunos priístas que andan sumamente nerviosos por amarrar la candidatura a la silla grande.

Es importante decirles a Guadalupe Sánchez Santiago, Noé Rodriguez Roldán, Anabel Ávalos Zempoaltécatl, Ricardo García Portilla y a Marco Antonio Mena que deben calmar sus pasiones, ya que la frustración podría avasallarlos.

De nada sirve que Sánchez Santiago reparta trípticos de sus grisáceos logros como diputada federal, que Noé Rodríguez Roldán suba fotografías, con su jefe, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong a su cuenta de Facebook.

O bien que Anabel Ávalos Tzempoaltécatl, delegada estatal de la Sedesol haya creado una red de operadores políticos para posicionar su imagen con la entrega de pantallas televisivas, ya que la decisión final será cuestión de dos.

También a ellos, les debe quedar claro que quien ganó el pasado proceso electoral fue González Zarur, para quedar bien con Enrique Peña Nieto, y así evitar que otros actores de la vida política de Tlaxcala y un forastero -Alfonso Sánchez Anaya, Héctor Ortiz Ortiz y Rafael Moreno Valle- incidieran.

El que es buen juez…

En un reciente acto público, el mismo Jefe del Ejecutivo dijo «no por madrugar amanece más temprano» en clara alusión al respaldo que hicieron algunos perredistas a las aspiraciones de la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, que padece la voracidad de las propias tribus del sol azteca.

Claro está que en el PRD, las cosas están complicadas, que la hambruna política empeorará las circunstancias para la legisladora tlaxcalteca que tendrá que pasar el filtro del Consejo Político Nacional y del propio líder Carlos Navarrete.

El periodista brasileño, Alan Riding en su libro “Vecinos Distantes” indica que la historia caótica de la izquierda mexicana está reflejada en las riñas dogmáticas por minucias ideológicas y sus constantes choques de personalidad y traición.

Vaya que tiene razón, porque en el
Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) algunos actores enseñaron el cobre como Alfonso Sánchez Anaya, cuya obsesión para que su esposa sea quien gobierne lo ha llevado a tener diferencias con el propio Andrés Manuel López Obrador, quien tiene preferencias por la senadora Martha Palafox Gutiérrez.

Y qué decir del PAN, cuyos militantes están expectantes para observar la llegada nuevamente de Ricardo Anaya, a la dirigencia nacional. El nerviosismo impera en los panistas porque algunos saben que la posibilidad de una alianza con el PRD podría concretarse.

En el sigilo, ha surgido un grupo dentro del PAN, cuya fortaleza política podría incidir en la conformación de esta misma alianza y hacer que dos de sus integrantes puedan aspirar seriamente a la gubernatura. Los nombres en su momento se revelaran.

Cómo estarán las cosas dentro de Acción Nacional, que la propia senadora Adriana Dávila Fernández no descarta salir como candidata independiente ante el difícil panorama que observa dentro del partido en el que milita.

De Aurora Aguilar Rodríguez, sus horas de gloria están por terminar porque en unos días más dejará de tener el mismo poder que otorga San Lázaro; se jactaba de que Ricardo Anaya, le podía ofrecer un mega cargo en su planilla, pero no aparece en la lista de privilegiados.

En el caso de la chiquillada sólo está a la espera de las mejores ofertas, ya que están sumamente enamoradas del poder. Por ello, esperan a que surjan los verdaderos candidatos a la gubernatura para entonces si coquetear y pactar un amorío. Hoy más que nunca hay muchos tiradores y demasiadas liebres.

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