24 julio, 2015
Ahora resulta que querer actuar con transparencia significa proceder de “mala leche”. Ahora resulta que un actuar ético implica callar acciones infundadas o irregulares.
Desafortunadas resultaron las declaraciones de la lideresa del Sindicato 4 de Octubre, Felipa Flores Xochitótotl, pues evidencian a una dirigente intransigente.
De otro manera no habría aceptado que “jamás indagué si los ahora sindicalizados son familiares, amigos o secretarias de los diputados”.
Para colmo, con ello, Felipa Flores deja ver que la ignorancia, el desconocimiento y la falta de profesionalismo, dominan en las oficinas del sindicato 4 de Octubre.
Entonces, ¿a quién representa dicho sindicato, si su dirigente no investiga a quienes pretenden sumarse a las filas de la agrupación?
Entonces, ¿el sindicato 4 de Octubre tiene por costumbre arropar a quienes van contra la ley, sólo por el simple hecho de engrosar las filas y el consecuente poder de la agrupación?
No puede Flores Xochitótotl, por simple coherencia, apelar a un actuar “apegado a derecho” si califica de “mala leche” a “quien haya ventilado los nombres de los nuevos basificados”.
No está en tela de juicio la legalidad de distribuir un determinado número de plazas a cada uno de los sindicatos representados en los Poderes del Estado y los órdenes de gobierno.
Se cuestiona, eso sí, un doble lenguaje por parte de quien, en primera instancia, debe tener pleno conocimiento de a quién o quiénes representa.
Se cuestiona, de igual manera, que si existe un actuar legal, ¿por qué, entonces, se descalifica de “mala leche” a quien ventiló una irregularidad administrativa?
Y, si como dice la representante sindical, evidenciar y exhibir actos irregulares es actuar de “mala leche”, bienvenida sea esa práctica y bienvenidas las consecuencias.
Aunque sean de “mala leche”.