31 julio, 2015
Dice Nicolás Maquiavelo: “El poder corrompe”. En efecto, el poder al parecer corrompió al diputado local Albino Mendieta Lira.
No hay otra explicación para su comportamiento, violento e irracional, por medio del cual el señor diputado amedrentó al reportero Gerardo Orta.
“Bájale de huevos”, le dijo el legislador al reportero.
¿A qué viene esa agresión?
¿Acaso desde el Poder Legislativo se cocina una campaña que atente contra una de las libertades más elementales del ser humano?
¿Desconoce el legislador que en cuanto figura pública está sujeto al escrutinio y juicio públicos?
¿Qué clase de político se deshace de la política para resolver un asunto espinoso? ¿Qué clase de político quiere emplear el sistema “Piojo” para resolver una diferencia de opiniones?
¿Dónde queda la “honorabilidad” que presupone el cargo que ostenta el diputado Mendieta?
¿Por qué en público, el aludido dijo al reportero “yo no te dije eso”?
Estas preguntas no tendrán respuesta por un hecho concreto: el señor diputado desconoce un hecho fundamental.
Dice Montesquieu: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daré mi vida por defender tu derecho a decirlo”. Y ese es el dicho de un verdadero demócrata.
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