Opinión: TUCOPRI/ Índex Feu/ Edgar R. Conde

18 junio, 2015

Tras los desastrosos resultados de las elecciones de seis de junio, los derrotados (en más de un sentido) ya se alistan a buscar alianzas para derrotar al Partido Revolucionario Institucional en el próximo proceso donde se renovará gubernatura, diputaciones locales, alcaldías y Presidencias de Comunidad.
Si partimos de la premisa “la falta de competencia nos lleva a la incompetencia”, bienvenidas sean todas las opciones que fortalezcan la alternancia del poder. Nada más saludable para la democracia hay, que contar con una amplia gama de alternativas para que los electores podamos escoger a quienes nos gobiernen.

Sin embargo, quienes buscan alianzas tan extrañas como disímbolas (unir, por ejemplo, a izquierdas y derechas o a “todos los partidos de oposición”), refleja la desesperación de algunos de aferrarse al poder, más no un verdadero sentido democrático de Estado.

Veamos dos botones de que una convocatoria de Todos Unidos contra el PRI (TUCOPRI) es todo, menos una verdadera convocatoria por el bien de la democracia.

Apenas el 17 de junio, el diputado local por el Partido Alianza Ciudadana (PAC), Serafín Ortiz Ortiz, dijo textualmente que tanto el PRI como el gobernador Mariano González Zarur, “nos dejaron fuera de la gubernatura a todos los que aspirábamos a ella” (www.linkis.com/indicemedia.com.mx/ONxhQ).

Unos días antes, el 12 del mismo mes, Juan Manuel Cambrón Soria, presidente del CDE del Partido de la Revolución Democrática, llamó a “conformar una gran alianza para derrocar al PRI” (http://www.indicemedia.com.mx/2015/06/llama-prd-a-conformar-gran-alianza-para-derrocar-al-pri-en-2016). Sin embargo, el líder del partido del sol azteca, no da razones, argumentos ni propone a quiénes convoca a esa “alianza responsable”.

Para desgracia de estos dos personajes, ha quedado demostrado que las alianzas, como las proponen, no han funcionado; en Puebla, el Partido Acción Nacional desplazó al PRD de cualquier posibilidad dentro del gobierno del estado; las izquierdas, a nivel nacional están tan resquebrajadas que algunos institutos políticos perdieron su registro ante el INE, o tan enfrentadas, que Morena le está disputando al PRD el tercer lugar en el espectro político.

Lo que realmente preocupa es que los partidos de oposición culpan al PRI, de su propia derrota. Dentro de las izquierdas, tantas corrientes, a veces enfrentadas desgastan cualquier posibilidad de triunfo. La derecha, que desde que se hizo del poder en el gobierno, solo vigila sus intereses, también está fracturada.

Incluso, dentro del mismo PAC, se viven ya una serie de escaramuzas y rupturas que difícilmente le permitirán sobrevivir políticamente después del 2016… a menos que concreten una alianza.

Veamos por ejemplo la destitución de Serafín Ortiz Ortiz como coordinador de la bancada de ese instituto político en el Congreso de Tlaxcala, y el inicio de un procedimiento sancionador en contra de su dirigente estatal.

A todo este escenario, hay que sumar un factor que puede generar un desequilibrio en los partidos acostumbrados a vivir del “voto duro”: las candidaturas ciudadanas. Está, por ejemplo, la recomendación de Joaquín López Dóriga a Margarita Zavala, de que la mejor decisión que puede tomar si quiere ser candidata a la presidencia de la república, busque la opción independiente (www.lopezdoriga.com/opinion/margarita-me-gusta-para-independiente).

Y en Tlaxcala, la propuesta de candidaturas ciudadanas, que estén alejadas “de los mismos políticos de siempre”, está tomando tanta fuerza que en algunos municipios ya trabajan con ese concepto, frente a la posible cerrazón de algunos partidos de dejar entrar en la arena política a nuevos rostros, más frescos.

Estamos a un año de que sepamos el desenlace de este episodio. Si los “políticos de siempre” no cambian de estrategia, que no se digan engañados si obtienen los mismos resultados, incluido el propio PRI.

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