23 junio, 2015
En su más reciente visita a Tlaxcala, la Secretaria General del Partido Revolucionario Institucional, Ivonne Ortega Pacheco, alborotó el gallinero.
De una manera muy sui géneris, la segunda al mando del priísmo nacional dijo: “en política quien no respira, no suspira, y mal haría que no porque entonces expiraría”.
Y ni tardo ni perezoso, Noé Rodríguez Roldán, a través de sus personeros en Calpulalpan, levantó ala, muslo y pata, para “aceptar” sus aspiraciones.
Invitado especial a una comida de feria en su natal Calpulalpan, Rodríguez Roldán fue prácticamente “destapado” por priístas de esa demarcación.
El problema se centra en lo que puede significar la debacle del priísmo. Aunado a la meta de destronar al PRI, que ya se trazaron todos los miembros de la oposición, existen severos riesgos de generar fracturas cuando salgan más aspirantes que “crean” tener derecho a la candidatura.
Peligroso resultó el destape. Las facciones al interior del tricolor irán subiendo de tono, desgastarán a cada una de las corrientes y llegarán debilitados a un proceso que resultará per se reñido hasta el cansancio.
El proceso de selección de candidatos al interior del PRI aún está verde. Y puede que no llegue a madurar, si no se controlan las pasiones y los ímpetus de quienes creen tener derecho a la candidatura.
Se avizoran nuevos destapes. Algunos reales; otros, meras especulaciones que posicionen a uno que otro dentro del barco de la candidatura, para “pescar hueso”.
Lo que sí es un hecho, es que ya inició la carrera por la gubernatura al interior del PRI. Una carrera que sólo uno terminará, aunque no se puede decir en qué condiciones.