Un TSJE cuestionado…

17 septiembre, 2014

Ver para creer…

Los claroscuros de la justicia… Sin duda, ningún presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), ha intentado enaltecer el nombre y la responsabilidad como lo hicieron algunos titulares hace más de aproximadamente una década cuando impidieron que un gobernante influyera en su vida interna.

Ahora, es frecuente escuchar o leer en la prensa, las denuncias que han hecho algunos personajes de la vida pública y hasta habitantes sobre acciones que han hecho tanto jueces como magistrados en su desempeño, por lo que nos preguntamos ¿En el tribunal impera la impunidad?…

Basta recordar como la juez Juanita Munguía fue severamente criticada por la polémica representante de la organización «Ato al Secuestro», Isabel Miranda de Wallace, por aquello que supuestamente ha dejado en prelibreación a secuestradores y cuyo caso aún se ventila en el Consejo de la Judicatura, instancia donde no se observa un trabajo real.

Otro argumento para escribir son los resultados del sondeo que realizó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) sobre el grado de supuesta corrupción que impresa en los juzgados locales de la entidad. Lo anterior, demuestra que hay una crisis de credibilidad sobre el trabajo del Poder Judicial del Estado (PJE), lamentablemente, un sector de la sociedad alienta la corrupción.

Ahora, tanto transportistas como la titular de la SECTE, Gisela Santacruz Santacruz, se quejan por la resolución que tomó el magistrado de la sala unitaria electoral administrativa del TSJE, Elías Cortés Roa, quien contravino a lo que marca la propia la Ley del Transporte.

Es decir, pusieron en evidencia que dicho magistrado otorgó protección a alrededor de 80 unidades “viejitas” de la empresa Urbanos y Suburbanos (USU), que constituyen un verdadero riesgo para quienes las usan a diario.

Por ello, llama la atención lo que comenta Santacruz Santacruz, que mientras un juzgado federal niega amparo a permisionarios -que buscaban que sus unidades con más de diez años siguieran en circulación- tal magistrado otorgará protección a la empresa que está al parecer en el quebranto financiero o quizás es lo que buscan aparentar sus directivos.

Lo cierto, es que en el interior del Tribunal Superior de Justicia (TSJE), puede más el compadrazgo, la polémica, los gastos superfluos, el influyentismo, los escándalos, la impunidad que el privilegio de la razón, que es el espíritu de la justicia.

Por cierto, dicen que el vocero de este poder, Ismael Gracia se ampara en una placa de prensa –que deja en el interior de su automóvil- para no pagar parquímetro y pasar largas horas estacionado en el centro histórico de la capital del estado. ¿Verdad o mentira?…. ¿Acaso no es influyentismo?…

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