15 septiembre, 2014
Desde la REDACCIÓN
En un rictus, al puro estilo priísta, la diputada federal, Guadalupe Sánchez Santiago, rindió su segundo informe de labores, pero hay que pensar más allá de lo que fue este evento. Alguien le ha hecho creer a la legisladora que puede ser una de las aspirantes a la gubernatura de Tlaxcala.
Lo que ocurrió el pasado sábado, es una clara muestra de que la hija del exgobernador del estado, Emilio Sánchez Piedras, podría solicitar el respaldo de quienes han administrado el poder en la entidad para cumplir un capricho.
Y más claro está que aquellos discípulos de Sánchez Piedras, como Beatriz Paredes Rangel, Alfonso Sánchez Anaya, Mariano González Zarur y hasta los que no son -José Antonio Álvarez Lima y Héctor Ortiz Ortiz-, en determinado momento podrían apoyar a la legisladora federal.
Pero también llama la atención la millonaria cantidad de dinero que supuestamente ha gestionado para Tlaxcala, y no sólo ha realizado pre-campaña en el distrito I, sino que sus alcances están en permear en los 60 municipios del estado; así lo mostraron las cifras que presentó ante sus invitados
Además, en el tedioso video que difundió para destacar sus logros utilizó aspectos religiosos y hasta puso a cuadro a la titular del Centro SCT-Tlaxcala, Hortensia Martínez Olivares, persona allegada a la secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. ¿Acaso es un mensaje del hidalguense?
Está claro que los funcionarios federales no se mueven sin la “voluntad de divina” de sus superiores, por lo que algunos periodistas comenzaron a circular la versión de que Osorio Chong, podría respaldar a la legisladora, pero también está claro que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, influirá.
En términos generales, Sánchez Santiago le ha mandado el mensaje al mandatario estatal, Mariano González -con quien tiene marcadas diferencias- que estará en esa libreta donde aparecerán los nombres de sus posibles sucesores.
Bajo está tónica surge la pregunta: ¿Acaso Sánchez Santiago ganaría la gubernatura de Tlaxcala?… Basta recordar lo que ocurrió en las elecciones de 2010, cuando una ambiciosa Adriana Dávila Fernández, tenía todo el apoyo presidencial y dejó ir su gran oportunidad de gobernar el estado.
Asimismo, hay que decirle a Sánchez Santiago que el grueso de la ciudadanía; es decir, las nuevas generaciones desconocen quién fue su padre políticamente hablando, por lo que el PRI necesita un(a) aspirante que tenga el poder político y económico para mover masas y así conservar la primera magistratura.
En política, nada está escrito, pero Sánchez Santiago quizás no tenga el empuje para unificar a todos los priístas, y como dijo José Antonio Álvarez Lima, exgobernador de Tlaxcala en esas polémicas elecciones de 1998, “la moneda está en el aire”.
Es decir, en esa libreta de los posibles aspirantes a la gubernatura están Ricardo García Portilla, Marco Antonio Mena Rodríguez, Anabell Avalos Zempoaltécatl, Adriana Moreno Durán y ahora Guadalupe Sánchez Santiago quienes esperan la vania del aquel hombre que tiene el privilegio de sentarse en la silla del águila, la presidencial.
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