01 septiembre, 2014
Desde la REDACCIÓN
Cuando el exgobernador del estado, Héctor Ortiz Ortiz señala que él no se apunta, sino lo apuntan para ser uno de los candidatos de la oposición para ser aspirante a una diputación federal, hay signos de soberbia, pero sería bueno que saliera al escrutinio público.
Y en efecto sería muy bueno que se midiera con el otro exmandatario estatal, Alfonso Sánchez Anaya, para ver cómo está el grado de popularidad y de fuerza política de ambos para ganar -cada quien en sus respectivos distritos- una curul en San Lázaro.
En este sentido, la población de sus respectivos distritos podría analizar adecuadamente la oferta política de ambos, pero desde luego, será importante que reflexionen qué hicieron los exgobernadores para lograr un desarrollo de Tlaxcala, alguien de los dos simplemente quedaría reprobado porque muy en el fondo sabe que muchas cosas las hizo mal.
No obstante, las declaraciones de Ortiz Ortiz, abren sin número de especulaciones, de comentarios pero sobre todo es criticable cuando se refiere a su inhabilitación como servidor público; es decir, a su lenguaje despectivo.
Señala que una “contraloría chiquita, de un estado pequeño» ha actuado con demasiada ignorancia, con respecto a su inhabilitación; por ello, es necesario que la sociedad valore si un gobernador puede hablar así de su estado y de sus instituciones. ¿Así de chiquito gobernó?…
Por ello, seria bueno que Ortiz Ortiz y Sánchez Anaya salieran al escenario público y político para observar quién de los dos quedó bien con el pueblo, quién de los dos no quedó sujeto al escrutinio público, pero sobre todo cómo son recordados en la historia de nuestra legendaria Tlaxcala.
Se enrarece…
El hallazgo de una osamenta humana situada a un escaso kilómetro y medio de donde se encontró un cuerpo sin vida de una mujer -hace unos días- viene a enrarecer- las investigaciones que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aplica al respecto.
Lamentablemente, la PGJE no ha dicho si el cuerpo que supuestamente fue encontrado sin cabeza ni manos, corresponde al de la exesposa del edil de Chiautempan, Alberto Flores Guevara o bien al de otra persona.
Lo peor del caso es que algunos medios de comunicación han manejado de forma irresponsable de que el hallazgo de la osamenta humana puede ser el de Ruth Osuna Magaña, siendo que no hay datos oficiales. Por atrapar lectores son capaz de inventar cualquier cosa. Así las cosas.
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