25 agosto, 2014
Amargamente y sin una explicación satisfactoria, negociaciones de alimentos ubicados en el nuevo centro comercial Plaza Apizaco, han tenido que hacer frente a la carencia inesperada de los servicios básicos para su operación.
Ya que a unas cuantas horas de haberse puesto en marcha ese espacio por autoridades estatales y municipales, la energía eléctrica y el agua dejaron de ser proveídas, generando molestia entre los clientes y los propios trabajadores.
De acuerdo con versiones de algunos empleados de las diferentes franquicias que operan y brindan sus productos en ese centro comercial, el sábado siguiente, a sólo unas horas de que el gobernador inaugurara el espacio.
Se padeció de un inesperado y largo apagón, que obligó a los encargados de los negocios a trabajar a marchas forzadas, realizando los cálculos y la generación de las comandas a la manera tradicional o como dicen los adultos mayores «a la antigüita», ya que el sistema de cobro con el que cuentan es totalmente automático y controlado por computadora.
Es más, refirieron que los monitores permanecieron apagados y que la música para ambientar el centro comercial estuvo ausente, generando inconformidad y la molestia entre los clientes y visitantes a este primer fin de semana de labores, quienes ya se querían retirar pero no podían hacerlo ya que no había forma de cobrarles su consumo.
Lo que también se vio reflejado en los refrigeradores y cámaras que confinan de manera fría las carnes y mariscos con que son elaborados los platillos.
Todo esto, en el que se suponía debería ser el primer fin de semana marcado por el éxito, donde se han empezado a generar comentarios marcados por la especulación, al no existir una respuesta satisfactoria ni mucho menos puntual por parte del administrador de ese lugar, quien ese sábado optó por encerrase en su oficina mientras pasaba la contingencia.
Por otro lado, el siguiente lunes y el martes la situación al perecer fue corregida y todo parecía marchar de manera normal; sin embargo, otro problema se hizo presente, cuando al intentar accionar las palancas de los sanitarios, el agua que debería conducir los desechos del proceso digestivo al drenaje, sencillamente ésta -agua- no estuvo presente.
* Información SERGIO ESPINOZA
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