Un IET que agoniza….

25 febrero, 2014

Desde la REDACCIÓN

Ojalá, que la elección de Acuamanala no se judicialice y los actores políticos ayuden a bien morir al Instituto Electoral de Tlaxcala (IET), ya que agoniza lentamente ante el nacimiento del Instituto Nacional de Elecciones (INE).

Es importante admitir que el propio IET contribuyó en medio de claroscuros al insípido camino de la democracia en Tlaxcala, de donde aprendimos a convivir entre políticos serios, unos voraces y otros hambrientos de poder.

Para bien o mal, algunos de sus consejeros contribuyeron con sus conocimientos a lograr que el sistema de partidos y la ciudadanía eligiéramos por quién votar en los diversos comicios electorales de la entidad.

Se quiera o no hubo consejeros que hicieron un buen trabajo, pero también hubo otros que sólo demostraron que la ambición fue el aspecto que ayudó a cavar su tumba porque jamás volvieron a aparecer en la escena política.

El exgobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima fue quien creó al IET, con una clara visión de que quienes integraran su consejo lo hicieran de una forma correcta, pero la intención sólo quedó ahí, las cosas se viciaron al paso de los años.

Por ello, a Eunice Orta Guillén, y al resto de los consejeros –de quien se duda un genuino trabajo- les tocará ayudar a bien morir al IET, pero los antecedentes de la pasada elección demuestran que la canija tención manchó la credibilidad del instituto.

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