02 agosto, 2013
Escribe JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
Este sábado, el torero demeritado, Rafael Ortega Blancas tendrá que superar una prueba de fuego en su dichosa despedida en la Feria de Huamantla, toda vez que la empresa taurina y las autoridades prevén una protesta.
Y es que el presidente electo de Apizaco se atrevió a torear para vitorear su reciente “triunfo” electoral, por lo que ahora le tocará pararse frente a bureles donde desafiará a la vida, a la muerte y ahora hasta un público cautivo.
Lo cierto, es que la empresa taurina y la propia autoridad estatal han detectado una compra demasiado rápida de boletos para mañana sábado y no saben si los panistas han ordenado a sus militantes a que activen una protesta.
Asimismo, han surgido rumores de que podrían ser priístas, los que hayan comprado demasiados boletos para evitar una protesta que empañe la imagen de ese instituto político, lo cierto, es que la zozobra persiste.
Fuentes del ámbito taurino y que fueron consultadas por este columnista afirman que en varias ocasiones los toreros se hacen la maldad, entre ellos, al incrustar mantas y personas que critiquen la forma de torear de su rival.
Lo cierto, es que la corrida de mañana ha generado expectación no por quién toreará sino por la posible protesta de aquellos que se sienten adoloridos por el supuesto arrebato en el triunfo del pasado siete de julio.
Es importante recordar que en plena campaña y durante un festejo taurino a favor de Ortega Blancas, los organizadores de un festejo taurino realizado en la plaza de toros Rodolfo Rodríguez “El Pana” desalojaron a unos activistas.
Dichos jóvenes protestaron contra Rafael Ortega por ser matador de toros. Así es que mañana, se verá si el apizaquense es objeto de rechiflas o de aplausos.