Crónica: Los invisibles, los olvidados…

03 julio, 2013

 *Aquellos alumnos que no importan para el gobierno estatal.

*Reciben clases en medio de carencias.

Por JAVIER CONDE

Esta historia inicia en lo más alto de un otero, cuando el sol comienza a colorear todo aquel excepcional paisaje, lugar donde los hombres del campo labran su tierra con la yunta, y que en algún lugar de esta pradera corre presuroso Iván, un joven de 20 años, que se ha ganado el título nobiliario de maestro.

Cada ocho días tiene que recorrer más de una hora y media, en medio de lo pedregoso del camino para llegar a la comunidad llamada Rancho Santa Ana, perteneciente al municipio de Terrenate. Aquí, el transporte público es inexistente. Aquí el desarrollo social está sumergido en el atraso.

Y basta decir que el gobierno estatal se ha olvidado por años que existe esta escuela donde hay diez alumnos, diez esperanzas, diez futuros, diez promesas, diez valores y sobre todo una exigencia Constitucional que expresa claramente que todos los niños tienen derecho a una educación de calidad.

Es en este lugar donde aquel ser humano, el que es invisible para un sindicato de maestros y para la propia Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala, no recibe ningún tipo de reconocimientos rimbombantes en el Día del Maestro.

Lo paradójico, es que en este pequeño poblado se ha ganado a pulso esta noble distinción que los padres de familia y sobre todo los alumnos le han otorgado. Es un habitante más, pero en él está depositada la enseñanza.

Pero Iván, el instructor que depende del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) dice que no le importan los regalos, sino la sonrisa de un niño. “Yo vengo aquí para formar alumnos de bien”.

En su interior Lizeth, Vidal, Mauricio, Juan, Oswaldo, Rosa, León, Luis Ángel, Ernesto y Ernesta, le dan vida a esta pequeña pero gran escuela. Aquí todo es orden, aquí todo es interacción entre el alumno y el maestro, aquí donde todos los alumnos deben llegar puntual a sus clases.

En esta aula compartida donde los alumnos de preescolar y primaria reciben la misma educación hay notables carencias como la falta de energía eléctrica, de material didáctico, de agua potable la cual debe llevarse en burros por parte de los padres de familia.

Y cómo entender que mientras el gobierno estatal, en el Día del Maestro regala  vehículos nuevos para ser rifados entre la aristocracia del magisterio, en esta escuela no haya la voluntad para colocar ni siquiera aquellos vidrios faltantes por donde se tamizan, se cuelan, los fríos vientos del norte. Vaya ironía.

En la clase…

Durante el desarrollo de la clase de Ciencias Naturales a la mayoría de los infantes les ha quedado claro que animales son vertebrados e invertebrados. Cuáles son vivíparos y ovíparos. Y mediante un juego didáctico los alumnos hacen mediante caras y gestos lo qué es un caballo, un ave, una víbora, un conejo.

Aquí, la impartición de clases es imaginativa, no necesitan de un pizarrón multimedia para saber lo que es una oración, qué es el verbo, sujeto y el predicado, ni tampoco necesitan un ábaco para saber contar.

Datos del Consejo Nacional de Fomento Educativo en Tlaxcala, se atienden a 4 mil 427 alumnos. De este total, 2 mil 876 son de nivel preescolar, mil 059 de primaria y 239 de secundaria y a 253 alumnos más considerados dentro de las comunidades indígenas del estado.

El propio Conafe tiene una cobertura educativa en 311 comunidades de la entidad, a través de 371 instructores que reciben una aportación oficial de mil 800 mensuales. De acuerdo con testimonios Tlaxcala es de los pocos estados, donde su gobierno estatal no tiene interés en apoyar el fomento educativo.

Los policías y militares del futuro

Y cuando éste reportero tuvo la oportunidad de charlar con algunos de esta escuela vino la pregunta siempre obligada a todos los niños ¿Qué deseaban ser de grandes?… Y la mayoría respondió que policías y sólo Mauricio dijo que su sueño anhelado era ser un militar.

Lo cierto, es que los diez alumnos de esta institución guardan un brillo inigualable a pesar de que en su pequeña aula no mide más allá de tres metros de ancho por cuatro de ancho por cinco de largo.

Aquí los menores no tienen la buena fortuna de recibir libros de texto gratuito, mucho menos el beneficio de los útiles escolares. Aquí, tampoco llegan las donaciones mucho menos conocen lo que es una computadora.

Estamos en pleno siglo XXI y esta escuela se encentra sumida en el atraso en cuanto a acondicionamiento en sus instalaciones, pero en su enseñanza aprendizaje, se puede decir que están en un nivel óptimo. Y en esta aula hay de todo, los niños traviesos, los niños estudiosos, los niños llenos de vida.

Y efectivamente, los alumnos y el propio Iván el instructor del Conafe, pueden ser los olvidados, los invisibles pero todos ellos toman orgullosos entre sus manos la bandera nacional, porque simplemente creen en México y en su futuro.

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