29 julio, 2013
Desde la REDACCIÓN
El próximo 13 de agosto, la sala unitaria electoral administrativa del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), deberá comenzar a dar los primeros resultados de los juicios relativos al proceso electoral de 2013.
Y con ello, los partidos políticos y incluso la propia ciudadanía tendrán sus propios puntos de vista, respecto a la resolución que emita el magistrado presidente de esta sala, Pedro Molina Flores quien está contra la pared.
Por un lado, el PRD y el PAN lo acusan de que podría tener un criterio parcial a favor del PRI, derivado de que Pedro Junior ha recibido un nombramiento dentro de la dirección general del Colegio de Bachilleres.
Además, ha trascendido de que el esposo de la presidenta del Instituto Electoral de Tlaxcala, Eunice Orta Guillén y también integrante del Consejo de la Judicatura, Miguel Ángel Espinoza Ponce ejerce presión contra el magistrado.
Lo cierto, es que a Espinoza Ponce se le relaciona con el actual gobernador del estado, Mariano González Zarur, y de ahí parten las hipótesis de los líderes partidistas para no confiar en la resolución que tome dicha sala.
Bajo este escenario, algunos institutos políticos piensan que la verdadera razón la tendrá el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ya que hasta el momento “goza” de credibilidad dentro del país.
Pero lo cierto, es que tanto el magistrado Pedro Molina y el representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Judicatura, Miguel Ángel Espinoza Ponce, están bajo la lupa.
Yerros y más yerros
En el Congreso Local señalan que hay motivos legales suficientes para que tres diputados suplentes que promovieron un amparo permanezcan en dicho cargo, sin embargo, la mala integración de su amparo les negará dicha posibilidad.
Así es que los tres dejarán de tener privilegios. Adiós, bonos, adiós, sueldos; adiós, fiestas; adiós, súper poder; adiós, solemnidades.