26 marzo, 2013
Como parte de la exposición el “Documento del Mes”, que en marzo presenta el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET), se exhiben escritos que fundamentan la participación de la entidad en la edificación de Puebla, principalmente de su catedral.
Yolanda Ramos Galicia, directora del Fideicomiso Colegio de Historia de Tlaxcala, comentó que, como cada mes, el área a su cargo presenta al público documentos sobre sucesos que han influido en la historia del Estado.
Resaltó que el escrito de marzo precisa que una de las ciudades que surgió tras la conquista del México prehispánico fue la actual ciudad de Puebla, ubicada antiguamente entre las provincias de Cholula y Tlaxcala.
Mencionó que de acuerdo con la información documental existente, esta ciudad fue pensada para los españoles, quienes necesitaron de la mano de obra de los naturales tlaxcaltecas.
En ese entonces cada habitante de Puebla recibió treinta hombres para construir las viviendas y veinte más para realizar las faenas agrícolas; asimismo, fueron utilizados para llevar a cabo trabajos realizados en las edificaciones religiosas y un claro ejemplo de ello fue la construcción de la catedral de Puebla, en 1575.
A partir de ese año, y hasta su consagración en 1649, Tlaxcala aportaba cerca de cincuenta naturales cada semana para ayudar en la cantera o para desempeñarse como peones.
Asimismo, la Corona decidió que los naturales recibirían un real a la semana y un trato digno; sin embargo, la realidad era otra, pues los encargados de la obra los empleaban en otras actividades, los hacían trabajar hasta tres semanas y su pago no era de más de seis tomines.
Para resolver estos problemas, las autoridades expidieron varios mandamientos, uno de ellos lo dictó el Virrey de la Nueva España, Diego Fernández de Córdoba, el 18 de marzo de 1620, quien pidió al obrero mayor, Francisco Sánchez de Guevara, evitar que los naturales fueran ocupados en obrajes o cultivos por los particulares, además ordenó que fueran bien tratados y pagados.
Los documentos refieren que la mano de obra y tributos que prestaron los tlaxcaltecas para la edificación de la catedral y su terminación se logró gracias a la unión de esfuerzos entre el sector religioso y civil.
Ramos Galicia aseguró que esta información es valiosa porque permite ampliar el bagaje cultural, además de que sirve para realizar diversas investigaciones y es un tema de interés para el público.
Por ello, invitó a los interesados en este tipo de tópicos a visitar el AHET, ubicado en libramiento Luis Donaldo Colosio, número uno en San Pablo Apetatitlán, en un horario de las nueve de la mañana a las 18:00 horas.