LOS 10 ERRORES DE PEÑA NIETO

26 noviembre, 2012

Escribe ALEXIA BARRIOS G.

Uno, no investigar a fondo a sus principales colaboradores, dándoles cargos de alta responsabilidad, poniendo en riesgo la seguridad de la mayoría de los mexicanos. Si quiere demostrar un cambio en la política hay que empezar por la inteligencia: conozca bien quién es quién antes de darle el encargo respectivo.

Dos, manejar un gabinete dividido, como lo quieren ver quienes desde sus columnas en influyentes medios nacionales están amarrando navajas. Si hay un gabinete dividido, entre hidalgos y edomexes, entre chorizos y chilorios, su gobierno no tendrá ningún destino, será un total fracaso.

Tres, repetir el estilo de gobernar del viejo PRI, como si no entendiera que el país es otro, que vive otra realidad, donde hay grupos demandantes muy amplios y muy diversos. Si piensa que el país es el mismo que antes de 2000, ya se fregó todo.

Cuatro, supeditarse al FMI, BM, OCDE y otros organismos promotores del neoliberalismo. Ha quedado claro el fracaso del modelo económico impuesto desde mediados de 1980. La crisis que pegó a EUA y a Europa demostró su fracaso absoluto y contundente. Ya hasta el propio Zedillo, el más neoliberal de todos, ha reconocido que hay una vuelta de tuercas. Entonces para qué seguir insistiendo con las reformas estructurales tal como lo dictaron los responsables de las fracasadas políticas económicas.

Cinco, no renovar al PRI. Si como máximo jefe de los priístas Peña no transforma, reforma o refunda a su partido en el corto plazo, digamos la próximoAsamblea Nacional, no habrá otra oportunidad para hacerlo y en lugar de ser un punto de apoyo para su sexenio será un lastre.

Seis, mantener el mismo estilo de comunicar y gobernar que los panistas: excluyente, elitista, fundado en la imagen pública más que en los resultados. Comunicar también es gobernar, y los panistas pecaron de frivolidades, de apoyarse excesivamente en “la encuesta del día” y en las frases más ocurrentes en boletines y redes sociales. Peña debe implorar a su equipo para que eviten otros seis años de marrullerías  del marketing.

Siete, desatender inmediatamente a los jóvenes y a los indígenas, porque son los grupos, hoy por hoy, más vulnerables. La deuda social de los últimos sexenios está latente como nunca. Si no actúa de inmediato, simplemente no entendió la gravedad del país.

Ocho, dejarse llevar por la frivolidad de sentirse tan galán y mujeriego como Pedro infante, tan desdeñoso como Luis Miguel, tan metrosexual comoAlejandro Fernández o tan producto Televisa que puede ser desechable. Si Peña no crece en pocos días como Estadista, su perfil será el peor calificado del mundo.

Nueve, no amarrar a la familia, no porque sea incómoda, pero es mucho mejor tenerla lejos del presupuesto y de las decisiones de gobierno que cerquitas. Es momento de pensar en becas para los hijos propios y los hijastros, porque el que mal empieza mal acaba. Así también con los hermanos, los primos y compadres. Entre más lejos mejor. De lo contrario, veremos reeditado lo peor de las dinastías enriquecidas del poder político.

Diez, rodearse de zalameros, de esos asesores que sólo le dicen lo que él quiere escuchar, de quienes lo halagan para después darle puñaladas traperas. Los hay entre la clase política pero también, y con mucha fuerza, entre los comunicadores que en su momento endiosaron-vomitaron a LópezPortillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón. Son los mismos de siempre y andan buscando reacomodo.

alexiabarriossendero@gmail.com

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