24 agosto, 2012
Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA
edgarconde@indicemedia.com.mx / www.twitter.com/su_excelencia
¿Qué pasó en Tlaxcala que de repente pasó de estar en los primeros lugares como un lugar seguro a estar ahora con altos grados de violencia?
Es causa de alarma que en lo que va del presente año, Tlaxcala registró “incidencia delictiva considerable”. Y todavía peor, julio fue el mes con mayor actividad delincuencial.
En el primer semestre del año, Tlaxcala registró cuatro mil 359 delitos del fuero común; de éstos, 301 fueron homicidios; 22 violaciones; dos secuestros; 168 robos en carretera y 1 robo a banco, reporta la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De acuerdo con el reporte, en julio pasado, la actividad delictiva creció; durante este mes se registraron 46 homicidios (15.3% del total de las muertes en el 20120); en el mismo lapso se denunciaron 5 violaciones (22.8% de esos delitos).
Estos son apenas ejemplos de la forma desmesurada en que la violencia se apoderó de territorio tlaxcalteca.
Llama poderosamente la atención que este crecimiento tuvo una explosión en menos de 30 días, pues según el reporte, mayo fue el mes en que Tlaxcala present´+o menos actividad delincuencial.
Mayo fue el mes en que se registraron menos homicidios, 30 (que representan 9.9% del total) y una violación (equivalente al 5% de este delito), entre otros delitos.
Frente a ello se antoja desafortunada la apreciación del Presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso del Estado, Fulgencio Torres Tizatl, al señalar que Tlaxcala aun no se encuentra en la lista de estados en donde opera el crimen organizado.
Según el legislador, aun existen niveles óptimos de seguridad. Pero, ¿hasta cuándo permanecerá Tlaxcala en “óptimos niveles de seguridad”? ¿Qué hace falta para encender las luces de alerta y tomar las medidas precautorias necesarias para que se mantengas esos “óptimos niveles de seguridad”?
Es urgente que el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, de a conocer e instrumente las acciones necesarias para revertir estas tendencias que preocupan a todos los sectores de la sociedad tlaxcalteca.
Porque la sociedad de Tlaxcala merece vivir en paz y libertad.