DESLICES

18 julio, 2012

Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA

edgarconde@indicemedia.com.mx / www.twitter.com/su_excelencia

Por primera ocasión, en muchos años, se tiene conocimiento de dos síndicos (de Lázaro Cárdenas y Apetatilán) que cumple con su función fiscalizadora y presentan documentos que evidencias irregularidades financieros en el gasto público, de los alcaldes con los que accedieron al poder.

Es de reconocer el trabajo realizado por los dos síndicos, José Alejandro Javier González Corona y Daniel Rodríguez Sánchez, quienes buscan que los presidentes municipales sean sancionados por probables conductas de abuso de autoridad y por el manejo discrecional de los recursos públicos.

Es una lástima, sin embargo, que el 3% de los Síndicos de Tlaxcala cumplan cabalmente con las obligaciones inherentes al cargo que juraron. En honor a la verdad, suena utópico que sean tanto los alcaldes que no incurran en deslices y que por ello no sean sujetos de observaciones por parte de los síndicos.

Más utópico resulta, cuando, de acuerdo con los datos de los diputados locales dado a conocer a finales del año pasado, por lo menos la mitad de los municipios tenían adeudos en la justificación de sus cuentas mensuales y, pese a ello, nunca se oyó la voz de un solo síndico que demostrara su labor fiscalizadora al interior del ayuntamiento.

Pero más allá de lo anecdótico que resulten estos dos casos, resulta un tanto decepcionante que pese a la documentación de estas irregularidades, ni el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) ni los integrantes del Congreso del Estado, tomen las acciones pertinentes para castigar estas faltas administrativas.
Y también es decepcionante que, debido a la inoperancia o la ignorancia de los integrantes de los ayuntamientos, no se tomen acciones directas desde el máximo órgano de gobierno municipal en cada una de las demarcaciones.

Ignoran esos síndicos que la solución a estas irregularidades las tienen ellos, al abordar estos asuntos durante las sesiones de cabildo y exigir que los munícipes rindan cuentas claras a ellos, como representantes populares.
Frente a esta muestra de evidencias, le menos que se espera por estos deslices, es una sanción ejemplar contra los alcaldes, pero ¿quién y cuándo aplicará estas sanciones?