¡QUÉ NACOS!…

29 junio, 2012

Escribe DONATELLA DE JUIR

¡Qué más podía estar peor en Huamantla! Ya nada, dirían muchos habitantes de este hermoso Pueblo Mágico. Aunque yo pienso diferente.

Vea usted que apenas ayer jueves, la parroquia de San Luis Obispo fue el escenario de un magnífico espectáculo.

Fuego abrasador

Como parte del calendario cultural del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, se presentaron en esta ciudad Los Niños Cantores de St. Florian (Austria). Todos hermosos, con unas voces tan educadas que en cada nota hicieron retumbar las centenarias paredes del templo religioso que sirvió de escenario.

Sin duda, un espectáculo extraordinario con que deleitaron a cientos de personas que difícilmente pueden tener acceso a un concierto como el que ayer se dio.

Durante el concierto conocí a una amiguita, originaria del Distrito Federal, que casualmente estaba en Huamantla; y me enorgulleció el comentario que hizo a propósito del grupo coral: “¡Qué envidia que aquí les hayan traído gratis a este grupo de artistas, porque apenas estuvieron en México, y para asistir a sus conciertos estuvieron cobrando desde mil 500 pesos hasta los cinco mil pesos”.

Brasas

Mi amiga estaba muy emocionada. Especialmente porque jamás se imaginó la extraordinaria respuesta que dieron mis paisanos a un espectáculo de primer mundo.

Nada más que, como decía mi santa abuela: “No faltó el prietito en el arroz”.

Todo iba tan bien, hasta el momento en que concluyó el concierto y, a manera de agradecimiento, los organizadores entregaron a los integrantes del grupo coral, algunos obsequios simbólicos como recuerdos.

Para no hacérselas cansada, las autoridades del ITC les dieron a los niños tres juguetes típicos mexicanos, elaborados con madera: un balero, un yoyo y un trompo; a los integrantes del coro más grandes les entregaron un tradicional sarape de Chiautempan.

Tizones

Pero nada más llegaron los presentes que hizo llegar el presidente municipal, Don Carlitos “Corazón Valiente” Ixtlapale, y un sordo rumor se esparció por todo el recinto, hasta convertirse en un clamor de decepción.

Y es que el mandatario municipal, que no estuvo presente en un espectáculo de esta naturaleza, “sacó el cobre” (dijo una venerable anciana que estaba a mi lado) y envío a través de un intermediario unas bolsas, de esas recicladas que usamos para el súper, con un logotipo de “Pueblo Mágico”.

De inmediato, fuera de las paredes de esa parroquia, muchos huamantlecos se reunieron en corrillos para reprobar de manera categórica dos cosas: que no asistiera a la magna presentación el alcalde (muchas personas coincidieron o asintieron con una afirmación contundente: ¡hay que ver qué tan nacos pueden ser algunos que no vienen a disfrutar de un espectáculo de primer mundo!), y el pésimo gusto para entregar un obsequio que más se interpretó como una grosería (un señor, muy molesto, salió vociferando: “Ese regalo parecía más una mentada de madre que un obsequio”).

Rescoldos

Lo peor de todo esto es que, de inmediato empezó a circular un comentario que, como reguero de pólvora se apoderó de muchos de los asistentes; un hombre, bajo de estatura, con un denso bigote y calvo, dijo inmisericorde: “con este regalo, nuestros visitantes pensarán que en Huamantla estamos muy jodidos” y de inmediato, su pareja, una mujer corpulenta, de cabello cano, completó: “Pues no habrá dinero para un obsequio digno, ¡pero qué tal para pagar las borracheras de los zánganos de la presidencia municipal!”.

¡Qué triste me hicieron sentir estos comentarios! Especialmente porque mientras se alejaban muchos de los que asistieron al concierto, fueron reproduciendo lo que dijeron esos dos ancianos. Y como dijo el Flaco Merlo hace una semana, con Manuel Adame:

“Se califica algo o alguien a partir de un desempeño esperado; es como cuando te hace un examen escolar, ese examen está relacionado con lo que se vio durante un cierto periodo… ¿y qué hemos visto? Un profundo desprecio por la gente…”

Cenizas

Ya están próximas las fiestas anuales de Huamantla. Y con ella, ha empezado una guerra entre dos grupos que, indirectamente, tienen intereses con ciertos aspectos que forman parte de nuestra tradicional feria.

Hace poco más de una semana circulaba la versión de que ya estaba electa la reina de nuestra feria; una niña que estudia en el COBAT, de nombre Mercedes Sánchez. Esta señorita, que era apoyada por uno de esos grupos en pugna (por cierto grupos de homosexuales), de inmediato fue sometida a una guerra de descalificación a través de las redes sociales.

Esta escaramuza y otras acciones que se dieron en otro nivel, provocó que de inmediato saliera, a través de la red, el nombre de otra señorita, Rotceh Díaz Moreno, como la confirmada reina de nuestra feria.

Y lo lamentable de todo esto, es que las autoridades municipales, ni los responsables de los festejos anuales, han dicho una sola palabra, lo que sirve para alimentar nuevos rumores.

Valdría la pena que quienes están a cargo de la Feria de Huamantla den a conocer el nombre de la Reina de la Feria, antes de desatar una nueva inconformidad en Huamantla.

El espacio es mucho y mi afición por hablar (o escribir), va creciendo. Así que mejor dejo de aburrirlos y me despido de ustedes con la promesa de que en julio, ahora sí, empieza un nuevo portal de información y análisis para Huamantla.

¡Hasta la próxima!…

Comentarios