19 junio, 2012
Escribe CLAUDIO CIRIO ROMERO
Ahora que se ha logrado actualizar la legislación en materia de transparencia, protección de datos personales, y archivos en Tlaxcala, es necesario pensar que todo ello debe repercutir en mayor transparencia para Tlaxcala.
Partimos desde luego de la concepción filosófica de que la sociedad democrática en proceso de construcción que vivimos en México, tiene necesariamente que ser transparente dejando la opacidad en la que se movía el poder público durante el Priato. Es decir durante el régimen vertical y autoritario que vivimos durante más de setenta años del siglo pasado.
Régimen en el que se cultivó una cultura política de que la cosa pública se daba “en lo oscurito”. Es decir de espaldas a la gente. Costumbre que ahora se combate fomentando una cultura de la transparencia. Tarea que de ninguna manera resulta fácil de implementar.
Desde la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de datos Personales del Estado de Tlaxcala (CAIPTLAX) en este casi año y medio que fungimos en ella como comisionados, esta tarea ha sido realmente relevante desde mi punto de vista, tratando de despojarme de autoelogios innecesarios.
Tanto durante el primer año en que presidio Miguel Ángel Carro, como en lo que va de este en el que preside Mayra Romero nuestras actividades se han enfocado a que por un lado los Sujetos Obligados por la ley cada vez se ciñan más a ella, por convicción como le escuche decir varias veces al primero; y a que las personas, por otro ejerzan cada vez más su derecho a saber y su derecho a la privacidad.
Y en ese entendido es que este medio año con Mayra Romero al frente se han intensificado las acciones de difusión. Modestamente me he sumado a este esfuerzo apoyando tanto a uno como a otra (más allá de las diferencias que desde luego se tienen frente a casos concretos), con ideas, propuestas y trabajo.
Sabedores de que sólo estaremos en la CAIPTLAX tres años, de los que quedan únicamente año y medio, me parece que, por lo menos desde mi experiencia sí estoy convencido de ello, no se puede desperdiciar el tiempo para seguir construyendo sobre los cimientos que dejaron los primeros comisionados.
En este sentido entiendo, valoro y respeto las opiniones contrarias a esta apreciación, sobretodo las que se vierten cotidianamente en los medios de comunicación. No porque equis o ye periodista haga señalamientos críticos (incluso superficiales y sin valor informativo o incluso subinformando y hasta desinformando) uno tiene que molestarse.
Contrario a lo que a veces se dice yo considero que todo aquel que realmente quiera conocer o corroborar información respecto a nuestro trabajo en la CAIPTLAX (el de todo el personal, no solo de los comisionados) puede hacerlo haciendo uso de su derecho a acceder a la misma. Por ejemplo respecto a los viáticos que se usan para realizar nuestro trabajo fuera de Tlaxcala o incluso temas que pudieran ser un tanto cuanto espinosos. La información está ahí sólo se tiene que acceder a ella y tratarla adecuada y profesionalmente, es decir sin interpretaciones dolosas.
Por lo menos yo no lo percibo así y por eso me parece importante señalar que “golpes bajos”, “divisiones” y demás apreciaciones superficiales de nuestro trabajo cotidiano no impiden que cumplamos en general con la encomienda que nos dio el Congreso. Es más puedo decir que cada día por lo menos quien esto escribe se esfuerza porque las eventuales diferencias que pudiera haber entre el personal (propias de todo conglomerado humano) y los propios comisionados, se supediten a nuestra tarea de trabajar por la transparencia.
A mitad de rio, a mitad del camino, es necesario reflexionar ya que hay muchas cosas que lo requieren y de esa manera tomar el aliento necesario para lo que viene en la otra mitad.
Sé que a partir del 2 de enero de 2013 que me toque presidir este órgano garante del DAIP y el DPDP en Tlaxcala debo redoblar esfuerzos y por eso es que puedo a poco más de medio año de que ello ocurra refrendar el compromiso adquirido cuando el 28 de diciembre de 2010 rendí protesta ante la soberanía popular representada en el legislativo local.
Y también puedo señalar por lo menos una meta que considero podemos plantearnos sin tapujo alguno. Es necesario proponer respetuosamente tanto a los diputados como al gobernador la necesidad de fortalecer a la CAIPTLAX. Cuestión que tiene que perfilarse en dos aspectos: 1) Rediseñarla en los términos que la Ley Modelo de la OEA propone, y 2) Fortalecerla presupuestalmente en términos de invertir por lo menos 10 pesos por habitante como lo propone Oscar Guerra Ford.
Ya veremos cómo es recibida esta insistencia de mi parte, tanto desde dentro como desde fuera de la CAIPTLAX.
ccirior@caip-tlax.org.mx twiter: @ccirior