04 junio, 2012
Escribe ALEXIA BARIOS G.
Si hay una elección segura para las izquierdas, esa es la del Distrito Federal. Luego de los dos debates (uno con Aristegui y otro organizado por el IEEDF), y observar el desempeño de los que aspiran a gobernar a los capitalinos, no hay duda de que Miguel Ángel Mancera será el gran triunfador. Y lo será por las siguientes razones:
1.- Porque Mancera con el apoyo político de Ebrard logró “operación cicatriz” con todo el espectro de la izquierda del DF, a pesar de que había una fracción pequeña, integrante del “maoísmo-salinismo” dispuesto a irse por la libre. Al final, se negoció dentro de lo manejable.
2.- Porque Mancera no tuvo nunca una oposición real a su candidatura, ya que como bien lo describió Rosario Guerra, su principal “adversaria” era Beatriz Paredes, pero siempre ha sido “candidata golondrina”.
De parte del PAN, la señora Isabel Miranda de Wallace ha fungido más como colaboracionista de Mancera que como su oponente; hace semana y media, de manera natura se ofreció para ser la Contralora del GDF, el mismo día que la PGR entregaba un reconocimiento al ex procurador. Con esas adversarias, Miguel Ángel Mancera caminó libre en su campaña, aun cuando los promocionales de radio y televisión están muy mal hechos.
3. – Porque las organizaciones sociales ajenos a las izquierdas, los sectores económicos y políticos no simpatizantes de las izquierdas, los concesionarios de la radio y televisión, entre otros no del PRD, ni PT ni MC, han elevado sus expectativas a favor a Mancera. Tiene un enorme ángel Miguel Ángel (hasta parece slogan) y ello le ha ayudado.
Como no sucedía desde 1997, en que Cuauhtémoc Cárdenas ganó ampliamente el GDF y arrastró al PRD a ser primera fuerza en la capital del país y segunda a nivel nacional, aunque con sus diferencias, el carro completo para el PRD y sus aliados en el DF podría repetirse. Es la fuerza que genera una candidatura como la de Mancera.
Por eso, es necesario, como en todo democracia, que se piense, ¿Qué contrapesos políticos tendrá el gobierno de Mancera desde la oposición? ¿Qué mecanismos de control a su gobierno habrán de activarse para que no todo sea un “cheque en blanco”?
En este sentido, y dada la “inexistencia” –por el momento— de una oposición sólida en el DF, será muy conveniente que la sociedad civil organizada y los formadores de opinión, construyan ese contrapeso. Será muy sano para los capitalinos y sobre todo para el GDF, para evitar abusos y vicios ocultos.
Hay además otras inquietudes, ya planteadas en esta columna, se refieren al poder que tendrá Miguel Ángel Mancera una vez instalado en el GDF. Con Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia o sin él, el jefe de Gobierno será el segundo político con mayor peso en el país, y todas sus decisiones y lineamientos que marque tendrán impacto nacional.
Aún no tengo claro si Mancera en el GDF esté preparado para ser el “máximo líder de la izquierda” del DF o del país. ¿Por qué? Porque no si AMLO pierde y se retira de la política, dejará el camino libre para liderazgos emergentes, empezando por Marcelo Ebrard. Lo que sí será ineludible para el ex procurador, será redefinir el proyecto político de la izquierda en el DF y que tenga impacto en todo el país; tendrá de su lado la fuerza social que lo llevó al poder y la confianza del mandato ciudadano.
Por si fuera poco, Mancera, quiera o no, estará en la primera fila de quienes verán como futuro presidenciable al 2018. Ello es una virtud, pero también de alto riesgo, porque habrá infinidad de actores que desearían que su gobierno fracase, que esté limitado, que tengan muchos tirones presupuestales, que haya inestabilidad y otras linduras clásicas del canibalismo político. Esta situación, sin duda, será el principal reto a vencer en los largos seis años.
Las condiciones políticas para Mancera no serán fáciles. Si AMLO gana la Presidencia de la República, desde el gabinete federal no faltarán quienes lo vean como un oponente interno; y si no ganara, será su mentor, Marcelo Ebrard, el que quiera acotarlo en su desempeño político para que él pueda continuar su proyecto hacia el 2018 sin oponentes.
¿Habrá pensado Mancera en estas situaciones? Lo ignoro, porque eran algunas de las dudas que estaba preparando para cuando tuviera la oportunidad de entrevistarlo.
Por ahora, este es el primer acercamiento al futuro que depara al próximo jefe de Gobierno del DF.
alexiabarriossendero@gmail.com
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