11 mayo, 2012
Escribe JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
Por fin, el diputado local priísta, Javier Romero Ahuactzin entendió o le hicieron entender que regular la actividad periodística como pretendía hacerlo le ocasionaría una severa crítica a él y al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Y es que no tenía un sustento sólido para insertar dentro de la nueva Ley de Acceso a la Información Pública para el Estado de Tlaxcala, artículos que prácticamente se convertirían en un bozal para los periodistas y los medios de comunicación en Tlaxcala.
Por ello, debemos celebrar los reporteros, columnistas, articulistas y editorialistas que dicha reforma no prosperó porque advertían los analistas y conocedores en derecho a la información que tal pretensión pasaba por alto a la Constitución Federal.
Ahora, la nueva Ley de Acceso a la Información Pública para el Estado de Tlaxcala, contiene aspectos básicos para que todo ciudadano solicite a través de la misma datos relacionados con algún ente público.
Por ello, es importante destacar que los diputados locales evitaron que dicha ley fuera polémica y sobre todo que algún periodista les ganará en la propia Corte el atropello que pretendía aprobar la Comisión de Acceso a la Información Pública del Congreso.
En una rápida lectura que hice a la nueva ley de acceso contiene un punto importante. Cita que toda petición de información deberá ser entregada por parte de la dependencia en forma obligatoria salvo que esta sea confidencial.
Lo anterior, ayudará a los ciudadanos solicitantes a recibir lo solicitado, sin embargo, los representantes legales de algún ente público ya encontrarán alguna “artimaña legal” para evitar que algún funcionario estatal o municipal entregue dicha información a determinado interesado.
Pese a todo, los integrantes de dicha comisión Francisco Javier Romero Ahuactzi, Lilia Caritina Olvera Coronel, Alejandra Roldán Benítez y Vicente Morales Pérez, sopesaron que era mejor una sana convivencia entre el Legislativo y el llamado Cuarto Poder.
Preocupación en el PRI
En los estudios de medición que ha realizado el PRI ha encontrado que datos nada halagadores con respecto al posicionamiento de algunos de sus candidatos.
En el caso de Enrique Peña Nieto, aún sigue la ventaja de 18 puntos con respecto a sus más cercanos seguidores que son Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota.
Con respecto a sus candidatos al senado, no encuentran solidez sobre todo de Joaquín Cisneros Fernández. Anabell Ávalos hace hasta lo imposible para emparejarse a la fórmula panista (Adriana Dávila Fernández y Héctor Ortiz Ortiz) que se siguen posicionando.
En torno a los tres distritos electorales, solamente Enrique Padilla Sánchez, es el único que está bien posicionado en el dos. Y de plano, en el distrito uno, Guadalupe Sánchez Santiago, se ha quedado estancada al igual que Emilio Minor en el tres.
Y queda claro que solamente el trabajo de operación política de Mariano González Zarur y del propio PRI podrán salvar a algunos abanderados que no han fortalecido su campaña.
¿Pre-destape? …
De plano, el diputado local panista, Alejandro Aguilar López, anda en precampaña en busca nuevamente de la alcaldía de Huamantla. Dijo en una reciente reunión que esta ciudad nuevamente será gobernada por el Partido Acción Nacional (PAN).
Y es que seguramente ya sondeó y encontró que el actual alcalde priísta, Carlos Ixtlapale Gómez anda bajo en popularidad y será el responsable de que el PRI, posiblemente deje de gobernar uno de los municipios más importantes del país.