27 mayo, 2012
Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA
edgarconde@indicemedia.com.mx / www.twitter.com/su_excelencia
Pedir para una buena causa, desde una posición de gobierno, es noble. Pedir para la Cruz Roja es un compromiso que deberíamos asumir todos los mexicanos.
Lo que no es aceptable es que a cambio de un apoyo (cualquiera que sea su importancia) se condicione la prestación de un servicio; eso es inadmisible.
Así se puede apreciar en un video publicado en las redes sociales (http://www.youtube.com/watch?v=I8_dQORioqY&feature=player_embedded), donde María Estela Sánchez García, directora del Registro Público de la Propiedad y del Comercio en el Estado de Tlaxcala, admite que solicita dinero a cambio de un servicio.
– ¿Me están pidiendo forzosamente una cooperación para la Cruz Roja; si no, no pueden hacer mi trámite, cuando ya lo pagué? –se queja un usuario del servicio de esa dependencia.
– Si aquí estamos prestando un servicio, que nos regalen diez pesos, cinco pesos, estamos pidiendo que nos regale diez pesos: usted no sabe cuándo lo vamos a necesitar…que nos ayuden…no le estoy pidiendo ni para mí, ni para el personal, ni para el registro, es para que nos ayude usted con 10 pesos; si no tiene, regálenos cinco –revira la titular de la dependencia.
– Si no tengo, ni traigo, ni tengo tiempo para regresar después, porque ya hice mi trámite, qué tengo que hacer –pregunta el usuario.
– Se lo doy y ya sobre su conciencia…que se lo den, nosotros le estamos pidiendo que nos regale no a mí, ni a la señorita, ni queremos que nos coopere para una torta, es para la Cruz Roja –insiste la funcionaria.
– No todos tienen la posibilidad y eso de pedir dinero obligando a hacer mi trámite… –cuestiona el ciudadano.
-¿Por qué no, oiga, por qué no? Usted no sabe en qué momento va a necesitar de la Cruz Roja –insiste Sánchez García–; porque vienen a pedir un servicio y le estamos pidiendo que nos regale diez pesos.
-¿Quién me va a dar mi documento? –pregunta el quejoso.
– Se lo van a dar en la ventanilla, pero le digo, ojalá no llegue a solicitar el servicio de la Cruz Roja por diez pesos.
La evidencia obligaría al gobierno de Tlaxcala a desligarse inmediatamente de una funcionaria que, a pesar de pedir para una noble causa, con su actitud genera dudas y suspicacias sobre el desempeño de los servidores públicos.
No obstante, la administración estatal no ha fijado su postura al respecto. Ni se sabe qué medidas se tomarán para evitar que, en lo sucesivo, se generen situaciones polémicas por una atención indebida en las dependencias gubernamentales.
Después de todo, asuntos como este redundarán en un costo político para una administración estatal que va perdiendo credibilidad a pesar de los compromisos asumidos de no permitir malos tratos, ni condicionamientos de los servicios, ni desvío de recursos públicos.
Eso es lo que hace que la gente pierda la confianza en la política y en los políticos.