COMISIONES DE LA VERDAD. TELEVISA Y AZTECA

02 mayo, 2012

Escribe ALEXIA BARRIOS G.

Los debates sobre el debate de presidenciales tuvo un nuevo capítulo: la arrogancia de Ricardo Salinas Pliego para no transmitir dicho evento y en su lugar, desafiando a autoridades del IFE y partidos políticos, transmitiendo en el mismo horario un partido de fútbol soccer.

Lo más lamentable de todo este tema es el silencio de los legisladores y partidos políticos que aprobaron la reforma electoral de 2007 y que no han arropado ni defendido al IFE de la ofensiva de TV Azteca para no pagar sus sanciones y para negarse a acatar recomendaciones o sumarse a las campañas en pro de la democratización del país.

Ayer, en el clímax del debate tuitero sobre este asunto pregunté a Enrique Krauze, ¿En una democracia sin adjetivos, que una televisora nacional no difunda el debate presidencial, cómo se llama? A lo que el afamado historiador respondió acertadamente: arbitrariedad y arrogancia.

Posteriormente, en su twitter, el historiador señaló que Ricardo Salinas Pliego ha cometido un error que debe enmendar (…) La prioridad de Salinas es el triunfo del Morelia, los ratings del juego, el circo; él no le sirve a la democracia y tampoco la democracia le sirve a él; él sirve a la ‘civilización del espectáculo (…)Debería recordar que no solo de pan -y menos de circo-, vive el hombre y ejercer su libertad para servir a un fin más alto…”

No es para menos considerar de esta manera la actitud de Ricardo Salinas Pliego (@RicardoBSalinas) quien no satisfecho con sabotear el debate en uno de sus canales nacionales de televisión, lanzó la jauría de conductores y periodistas de su nómina a repetir un mismo guión, con los mismos argumentos en todos lados.

Así vimos desfilar a Carolina Rocha, Mónica Garza (despotricando contra el viejo PRI pero ella es producto de lo mismo), Víctor Sánchez Baños, Ricardo Alemán (quien no cobra en Azteca, pero su esposa sí), Vicente Gálvez (quien equivocó el guión y en lugar de decir “Informe presidencial de JoLoPo” dijo “debate”), entre otros:

a. Que no estaban obligados por ley a transmitir.

b. Que ahora resultaba que “todo mundo” quiere ver el debate por TV Azteca.

c. Que un grupito de “tuiteros autoritarios” quieren regresar a la época de José López Portillo o al más puro estilo Hugo Chávez, al querer imponer horas de transmisión de un debate aburrido.

d. Que hay más de 34 canales de televisión y muchas estaciones de radio que lo harían.
Nadie argumentó lo anterior. Sólo se apeló a su sensibilidad y responsabilidad social, tal cual está establecido en el título de concesión a su cadena televisiva, que explota un bien del Estado mexicano.

Pero nada de ello se logró y en lugar de razonamientos, los voceros al servicio de Salinas Pliego repiten misma estrategia de linchamiento y acusaciones desmedidas contra quienes opinamos diferente, como las que hicieron contra Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, contra Ricardo Rocha cuando estaba en Televisa, contra Joaquín López Dóriga, contra Diego Fernández de Cevallos, contra Santiago Creel Miranda, contra Moreno Valle, contra Ciro Gómez Levya, contra Javier Corral y otros actores que se han opuesto las leyes y arbitrariedades de Ricardo Salinas Pliego.

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