17 abril, 2012
Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA
edgarconde@indicemedia.com.mx / www.twitter.com/su_excelencia
La decisión del cambio de placas para los automotores registrados en el estado de Tlaxcala, es una medida que a la postre puede resultar completamente contraproducente, particularmente en estos tiempos electorales.
Si a nivel nacional el tema del “gasolinazo” que nos receta el gobierno federal cada mes es uno de los acicates que hace que los electores reprueben al gobierno panista, a nivel local volver “obligatorio” el canje de placas puede resultar con dividendos para la oposición.
Particularmente porque las placas, de las que se tienen programadas más de 200 mil no tienen seis años desde la última vez que se cambió. Tal y como Índice Media lo sugirió a través de la columna Garganta Profunda, resulta chocante querer cambiar las placas. Sólo porque ahora el gobierno de la entidad lo detenta un partido con colores diferentes.
Si bien es cierto que la Secretaría de Comunicaciones del Estado argumenta que con esta medida se actualizará el padrón del registro vehicular en la entidad para generar certeza sobre la propiedad de los vehículos, también es muy cierto que dicha medida puede ser empleada como un arma electoral para denostar al gobierno local.
Y que conste que los yerros en que ha incurrido la administración marianista se han convertido en bandera política de algunos aspirantes a un escaño que representan a partidos de la oposición.
Hay recordar, por ejemplo, los reveses sufridos con el tema de las Notarías, con la Central de Abastos de Tlaxcala, o con el Centro Cultural Bicentenario, que fueron duros golpes al marianismo y que hoy son bandera política de la oposición.
Basta que un suspicaz empiece a hacer cuentas, para enfocar las baterías hacia esta medida. De manera grosera, con el canje de placas que individualmente ronda en los 500 pesos, más de 200 mil personas de la entidad desembolsarán, en conjunto, alrededor de 10 millones de pesos; más otros seis millones de pesos que se recuperarán por concepto de refrendo.
Sume usted a eso, amable lector, la escasa propuesta que presentan los aspirantes al Senado y a Congreso Federal, en materia económica.
En suma, valdría la pena que los estrategas políticos hagan el ejercicio del peso que tendrán las nuevas placas de Tlaxcala en el ánimo de los electores de Tlaxcala.