17 abril, 2012
Escribe ALEXIA BARRIOS G.
Mientras Josefina Vázquez Mota y su equipo celebran que el PRI y Enrique Peña Nieto hayan picado el anzuelo sobre su estrategia “Enrique Mentiroso”, una decisión torpe de su partido podría colocarla de nuevo en el centro de los escándalos y convertirse, prematuramente, en su tumba política: la probable expulsión de Vicente Fox Quesada.
Al más viejo estilo de las prácticas del viejo PRI, ahora el CEN del PAN y más claramente, Josefina Vázquez Monta, quiere rebajar el nivel al primer ex presidente de la República emanado de Acción Nacional, utilizando al comité municipal panista de León, Guanajuato para que se juzgue y se apliquen los estatutos de su partido por estar “promoviendo” a Enrique Peña nieto.
Más allá de las razones estatutarias del PAN, está claro que Josefina Vázquez quiere sacudirse a Fox Quesada porque cree que fuera del partido le hará menos daño a su campaña que estando dentro.
Y es que Josefina en los últimos tres días ha estado negando su derrota anticipada, que si ella pierde se pierde el siglo XXI, que el PRI no regresará a Los Pinos, que su campaña va muy bien, que hay que resarcir los errores del PAN, entre otras afirmaciones que tienen dedicatoria especial al ex presidente Fox.
No es para menos, los principales críticos del PAN no han sido Enrique Peña Nieto, quien apenas ha lanzado un tímido “Doce años perdidos”, ni mucho menos Andrés Manuel López Obrador, quien insiste en no tocar a Josefina, sino los panistas de alto renombre nacional: los hijos de Manuel J. Clouthier y el ex presidente Vicente Fox.
En noviembre del año pasado, esta columna incómoda dio a conocer que el autor de los espectaculares contra Ernesto Cordero (donde se leía: “Ya nos equivocamos” al lado de la foto de Felipe Calderón, “No nos volvamos a equivocar” y la foto de Cordero), aparecidos en Guanajuato, Nuevo León y el DF, era el propio Fox.
Los golpes entre los panistas no han cesado. Está el libro de Julio Scherer sobre Felipe Calderón, el cual tiene como principal fuente al foxista Manuel Espino, tiene su origen en la expulsión de éste de Acción Nacional, a pesar de haber sido su presidente nacional.
El pasado lunes, a toda plana en El Universal, el ex presidente Vicente Fox demandó a los 30 presidentes reunidos en la VI Cumbre de las Américas, pero a los buenos entendedores fue dirigido directo a Felipe Calderón “a acabar con la guerra provocada por la lucha contra el narcotráfico, y a emprender un verdadero cambio con la legalización de las drogas. Los instó a crear un sistema de seguridad democrático que respete los derechos humanos, y a destinar los recursos que se canalizan a esa lucha a programas de educación, prevención de adicciones y al desarrollo de la región”.
Jorge Fernández Menéndez, en Excélsior, justifica la rebelión de Vicente Fox: “Hace varias semanas decíamos en este espacio que la candidata Josefina Vázquez Mota tenía que nuclear en torno suyo, si realmente quería disputarle la candidatura presidencial a Enrique Peña Nieto, a todo el PAN, y que además de las fuerzas del calderonismo, tenía que convocar a Diego Fernández de Cevallos y a Vicente Fox. La candidata blanquiazul ha intentado hacerlo.
El Jefe Diego ya ha aparecido en algunos actos, todavía no del ámbito nacional, pero sí con Josefina y con Isabel Miranda en el DF y todo indica que se involucrará en la alicaída campaña de Isabel para la capital del país. Los cambios que se han producido en el equipo de Josefina tienen un mensaje claro: sumar al calderonismo a la campaña y tratar de acabar con las divisiones surgidas en el proceso interno.” Pero lo que no dice este columnista, es que Fox quedó relegado, como él mismo lo dijo en su reciente declaración.
El día de ayer, Josefina en un discurso plagado de lugares comunes, pero con mensaje directo, citó las hazañas históricas de los panistas, pero ignoró la más importante, que Vicente Fox fue el presidente de la alternancia, con lo cual prácticamente cerró cualquier posibilidad de reconciliación.
Para algunos panistas, Fox ya no representa nada y, como se observa en la portada de Proceso –que se está convirtiendo en la caja de resonancia de los pelitos intrapanistas- se le ve más como un traidor que como un activo de Acción Nacional.
Sin embargo, para la ciudadanía en general, quienes sólo ven los pleitos desde la barrera, la salida, sanción o expulsión de Vicente Fox, representaría un golpe de alto impacto a la campaña de Josefina y de todo el PAN, porque mostraría el grado de intolerancia a las críticas internas y porque confirmaría que la candidatura de Vázquez Mota no tendría ningún futuro.
Y déjense que esto quedaría ahí. En los corrillos del PAN anticipan que podría venirse una sacudida de panistas “desleales”, así que el caso Fox sólo puede ser la punta de la iceberg.
alexiabarriossendero@gmail.com