29 abril, 2012
Escribe SAMANTHA CONDE HUERTA
Como todos sabemos, ayer se festejó el día del niño; en nuestro país acostumbramos a celebrar a los pequeños haciendo algunos eventos donde puedan participar en diversos juegos que organizan, ya sea dependencias sociales o de gobierno, con la intención de que pasen un rato agradable, pero además de todas estas actividades, esta ocasión los niños también tuvieron la oportunidad de participar en una consulta infantil.
Los niños que se encuentren entre los seis y los quince años, pueden expresar su opinión con respecto a temas como derecho de vida, trato digno, democracia entre otros, con el fin de conocer cómo viven su situación actual en términos de bienestar, cómo se ven en el futuro y ofrecer algunas propuestas que puedan beneficiarlos.
Esto tiene el fin de que las autoridades federales, estatales y municipales tomen en cuenta la participación de niños y jóvenes y, sobre todo, de sus necesidades. Muchas personas no están de acuerdo con que se involucren a los niños en este tipo de participaciones, pues justifican que ellos aún no tienen consciencia de lo que realmente está ocurriendo en nuestro país y sus opiniones son muy subjetivas.
Pero, cierto es que los niños también se están dando cuenta de lo que ocurre en nuestro país y no están a gusto con la forma de vida que llevan, llena de inseguridad, prejuicios y miedo, la opinión de los “pequeños” por más “inocente” que sea, vale la pena tomarla en cuenta, pues nosotros queremos lo mejor para ellos, por lo que debemos escuchar lo que necesitan.
Otro “pero” que se le pone a dichas consultas infantiles en el gasto que hace el IFE en papelería, con el argumento de invertir ese dinero en otras cosas que en verdad sirvan a la sociedad; desde mi perspectiva, los adultos ya están cansados de participar y que no se les tome en cuenta por lo que reaccionan de manera apática y poco solidaria.
Quizá el IFE si está gastando para un fin que posiblemente no sea tomado en cuenta, pero bajo la indiferencia y el cansancio de los adultos hay millones de niños y jóvenes mexicanos que buscamos cambiar nuestro país, sin importar el color del partido o el nombre del próximo presidente; en realidad, el cambio lo debemos hacer nosotros, no ellos.
Y ¡Feliz día del niño!…