02 abril, 2012
Escribe MAYRA ROMERO GAYTÁN
El pasado viernes asistí al sexto y último “Informe de Actividades y Resultados 2011, Seis años de Gestión”, del Primer Pleno del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal (INFODF) en voz del Comisionado Presidente Oscar Guerra Ford.
Al evento asistieron personalidades como Marcelo Ebrard Casaubon, Jefe de Gobierno del Distrito Federal; Jaqueline Peschard Mariscal, Comisionada Presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (IFAI); Miguel Castillo Martínez, Presidente de la Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública (COMAIP); entre otros.
Resulta oportuno señalar que la relación que, a nivel institucional, hemos mantenido tanto mis compañeros miembros del Consejo General de la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos del Estado (CAIPTLAX), como su servidora con los miembros del Pleno del INFODF, ha sido siempre cordial y respetuosa, pero sobre todo ha sido una relación de colaboración donde el intercambio de ideas y experiencias han sido siempre la base para poder emprender proyectos de manera conjunta en aras de socializar el derecho de acceso a la información.
Asistir a la presentación de los informes que rinden nuestros colegas de todo el país es una práctica común, sin embargo ésta ocasión fue especial, y explico por qué.
Cuando nos daba a conocer su informe, Guerra Ford ignoraba aun su destino, puesto que como el mismo nombre que le dieron al documento lo señala, éste era el último que rendía este Pleno en funciones. Momentos más tarde, grata la fue la sorpresa al enterarnos de que los integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal habían nombrado a los nuevos integrantes del INFODF, dentro de los cuales el único que había sido ratificado en el cargo era precisamente Oscar Guerra.
Pero más allá de la merecida felicitación, considero importante el fondo de la decisión tomada por la Asamblea al reelegirlo ya que representa un claro ejemplo de lo que es deseable y, pienso, que debería ocurrir en el resto de los estados de la república que dentro de su legislación no tienen contemplada la reelección de los miembros del órgano garante de la transparencia, como el caso de Tlaxcala.
Ojo, la reelección no debe apreciarse como el simple hecho de que una persona pueda seguir viviendo del erario público, sino de procurar la continuidad de los proyectos, dar seguimiento a las acciones emprendidas y sobre todo de aprovechar la experiencia (factor clave) en el desarrollo de las funciones de un nuevo consejo.
Sigo refiriéndome al caso específico de nuestro estado, donde lo ideal sería no tener que elegir cada tres años a los miembros del Consejo General para que empiecen desde cero y poco a poco se vayan empapando de las actividades que se realizan en la Comisión, sino de que, tal y como en su momento se propuso a los miembros de la Comisión de Acceso a la Información de la LX Legislatura Local, dichos nombramientos se hagan de forma escalonada. Aunque pudiera resultar obvio tengo que aclarar que dicha propuesta, cuya concreción veo muy lejana por cierto, no tendría efectos retroactivos sino que se aplicaría a partir de que el próximo Consejo General sea nombrado para el periodo 2014-2016.
Sin duda el caso del Distrito Federal nos advierte de una tendencia que tendría que ser observada en otros estados del país como el nuestro por las razones ya comentadas, pero al igual que el resto de las modificaciones que pudieran incluirse en el proyecto de nueva Ley de Acceso a la Información Pública para el Estado, no depende de nosotros sino de los diputados miembros de la legislatura local.
A propósito….
Lamentable es la pérdida del jurista, investigador, catedrático y político mexicano Jorge Carpizo Mac Gregor. Aun más lamentable es el hecho de que con su muerte quede pendiente de resolver la demanda de daño moral que en vida interpuso en contra de Anabel Hernández, por calumniarlo sin sustento alguno en su libro “Los Señores del Narco”, pretextando la libertad de expresión, y cuyo caso era litigado brillantemente por por la Dra. Perla Gómez Gallardo. Sin duda su resolución habría tenido gran repercusión.
* Presidenta de la CAIPTLAX.